Sevilla blinda su ‘Madrugá’ después de los tumultos
Sevilla quiere proteger a toda costa su Semana Santa, la manifestación religiosa y cultural que concita mayor sentimiento y pasión. Una semana que cuenta con un epicentro clave, la Madrugada (o Madrugá) del Jueves al Viernes Santo, escenario en la última década de incidentes que la han situado en grave riesgo, según la llamada de auxilio lanzada desde diversas instancias. “Vamos a llevar a cabo el mayor despliegue técnico y humano para que este año todo transcurra con normalidad”, señala el alcalde Juan Espadas.
La mundialmente famosa Madrugada sevillana del 2017 se saldó con diversas estampidas y tumultos que dejaron más de cien lesionados y diecisiete heridos que requirieron atención hospitalaria. Diez personas fueron arrestadas a raíz de aquellos sucesos, acusadas de delitos de desorden público o contra los sentimientos religiosos, de las que tres pasaron por prisión provisional. Descartada la existencia de una red organizada para fomentar los incidentes, las autoridades llegaron a la conclusión de que se trató de movimientos de pánico espontáneos causados por peleas, fuertes ruidos, gritos fuera de lugar (por ejemplo, invocaciones a Alá), bulos emitidos por las redes sociales y otros episodios similares.
Este año el Ayuntamiento y las hermandades quieren evitar que la situación se repita. La primera medida es el cierre de los bares situados en 49 calles cercanas al itinerario de las cofradías. Los establecimientos deberán cerrar sus puertas a la una de la madrugada, dos horas antes del permiso que tenían antes.
Más de cien cámaras vigilarán las zonas sensibles, especialmente aquellas donde el año pasado se generaron los movimientos de pánico. El Ayuntamiento utilizará para ello aparatos de último modelo de una conocida firma alemana. Grabaciones en alta calidad que descubrirán con extraordinaria nitidez a quienes provoquen alborotos al paso de las cofradías.
También se van a emplear medidores de público que mediante sensores examinan el espacio y la saturación de público gracias a emisiones de calor. En caso de situación límite emitirán unas señales de alerta para que desde el Centro de Coordinación Operativa (Cecop), establecido en el Ayuntamiento, se pueda controlar la evolución de los acontecimientos y tomar soluciones que pasan por aumentar al máximo el nivel de luz en las calles o lanzar mensajes de calma a través de un sistema de megafonía, que también se utilizará por primera vez en esta Semana Santa blindada.