Sijena cierra, Lleida llena
Mientras el monasterio aragonés no exhibe las obras en Semana Santa, el mural político de Arco atrae al público
El alcalde de Villanueva de Sijena, Ildefonso Salillas, no esconde su decepción, pero intenta que su indignación sea lo más constructiva posible. Al otro lado del teléfono, con resignación cristiana, admite su contrariedad por el cierre al público del monasterio de Santa María de Sijena, por decisión unilateral de las Hermanas de Belén, las monjas que rigen el monumento, que piden se respete su derecho a vivir una Semana Santa de recogimiento y oración.
Salillas ha protestado, ha llamado al Gobierno de Aragón, ha advertido de lo incongruente que resulta el cierre de la muestra de obras de arte que regresaron al monasterio por orden judicial, pero al final no le queda más remedio que reconocer que esta será una Semana Santa “perdida” para la promoción turístico cultural de Sijena. “Es un mazazo porque desde el 23 de febrero pasado, cuando abrimos la sala de exposición, y sólo dos días por semana, sumábamos ya más de 700 visitantes llegados de Aragón, sobre todo, pero también catalanes y algún extranjero”. La buena racha turística se ha visto interrumpida de pronto y el restaurante de Villanueva de Sijena ha visto como se le anulaban unas cuantas reservas. “El pueblo estaba realizando un esfuerzo para adaptarse a la nueva situación y claro hay quien dice que tanto esfuerzo para nada. En el convenio que el ayuntamiento firmó con Turismo de Aragón no se decía nada de esto”, se queja. Y es posible que el cierre de Sijena se vuelva a repetir durante las fiestas de Navidad.
Salillas se arma de paciencia. “Estaría decepcionado si después de tantos años luchando, no nos hubieran dado la razón, pero ahora hay que perseverar, porque quedan muchas cosas por hacer”. El alcalde esperará a saposición ber el contenido del plan director anunciado por el presidente Lambán que se ha de presentar este mes de abril, pero apunta que “hemos de abrir Sijena como el gran monasterio que es”.
Ildefonso cree que “aún falta mucho para que el monumento reciba el mismo trato que otros monasterios aragoneses, como el de San Juan de la Peña, pero todo llegará”. Sijena y su patrimonio ha sido el gran proyecto de su vida. “Hemos de conseguir que los estudiantes de Aragón vengan aquí, que conozcan la historia de este lugar”. Salillas mira a Catalunya. “El modelo que yo quiero para Sijena es el de Poblet”.
Pero si el cierre temporal al público de Sijena durante la Semana Santa supone una cruz, el Museu de Lleida representa la cara. El trauma sufrido el pasado 11 de diciembre con la entrega obligada de las piezas reclamadas, sigue ahí, pero poder exhibir la obra Presos políticos en la España contemporánea, de Santiago Sierra, por deseo expreso de su propietario, el empresario Tatxo Benet, supone una compensación moral y que se haya superado el récord de visitantes de una exposición temporal. Desde su polémica apertura el pasado 13 de marzo hasta ayer, los retratos pixelados de Sierra han sido contemplados por más de 3.800 visitantes y se espera acabar la Semana Santa –sólo cerrará el Lunes de Pascua– superando ampliamente los 4.000 espectadores. La popularidad alcanzada por la obra descolgada de Arco es contundente si se compara con otras muestras temporales, siempre de acceso gratuito. El año pasado, una ex- conmemorativa del centenario de Enric Granados, de tres meses de duración, consiguió 2.800 visitas, una cifra que ahora se ha rebasado a placer. Por el momento no hay datos sobre si las visitas a la obra de Sierra han ayudado a incrementar las entradas para las colecciones permanentes del Museu de Lleida, que sigue mostrando vacío de contenido el espacio donde se encontraban las cajas sepulcrales de las abadesas. La exposición ha sido visitada por asociaciones o como el pasado día 10 por un grupo de usuarios de Twitter solidarios con los ataques a la libertad de expresión. “Los primeros días llegaron a formarse colas, pero ahora es un desfile incesante de gente que quiere así mostrar sus ideas y de paso, hacerse una selfie para enviar a los amigos”. La exposición ha servido también para organizar mesas redondas sobre censura y libertad de expresión, como la de ayer mismo, con un invitado de excepción, el rapero Valtònyc.
Las Hermanas de Belén piden que se respete su derecho a vivir una Semana Santa de recogimiento y oración