La policía desarticula una red de tráfico de obras expoliadas en Libia
La Policía Nacional asegura que la desarticulación en Barcelona de una red que traficaba con obras expoliadas en Libia es la primera del mundo que se desarrolla contra el robo de arte en territorios asediados por grupos terroristas. En la operación han sido detenidos O.C.P. y J.B.P., un anticuario y un marchante de nacionalidad española, a los que atribuyen un presunto delito de financiación del terrorismo, pertenencia a organización criminal, receptación, contrabando y falsificación documental.
Los detenidos formaban parte de una red con base en Catalunya y ramificaciones internacionales que desde finales del 2014 se dedicaba a la adquisición y venta de obras de valor histórico-arqueológico procedentes de yacimientos situados en Libia. .
La policía ha practicado cinco registros, tres en Barcelona y dos en Argentona (Maresme), donde descubrieron el taller de reparación de las piezas, la nave en la que se almacenaban y la galería de arte donde muchas eran expuestas para su venta al público. En el operativo se han intervenido obras de arte de origen cirenaico (región situada al norte de Libia) y de la zona tripolitana (cercana a la capital libia), además de siete mosaicos, sarcófagos y piezas de origen egipcio.
Uno de los detenidos, el anticuario que regenta una tienda en el centro de Barcelona y que quedó en libertad tras el pago de 12.000 euros de fianza, está considerado un experto en arte antiguo y había participado en distintos medios de comunicación y en foros académicos en los que se abordaba la destrucción de patrimonio histórico por parte de Estado Islámico. Según los investigadores durante tres años este experto ha tejido una red de proveedores por todo el mundo que le permitía el acceso a piezas arqueológicas de diversas civilizaciones. Las compras realizadas habrían podido servir para financiar el terrorismo yihadista.
En octubre de 2016 ya se detectaron irregularidades en los expedientes de importación de obras adquiridas con anterioridad, lo que puso en alerta a los investigadores que vieron cómo usaban intermediarios extranjeros para buscar las piezas y dificultar su trazabilidad. Algunas piezas que figuraban importadas desde Asia (Tailandia en alguna ocasión) u Oriente Medio pertenecerían en realidad a la región libia de Cirenaica, que cuenta con importantes yacimientos grecorromanos, una zona que estuvo bajo control de Daesh entre 2011 y 2016. En otras las facturas eran falsas y figuraban haber sido adquiridas en países cuyas leyes impiden la salida de piezas arqueológicas del país. Además, en ocasiones hacían pasar a los objetos por elementos de decoración con un valor muy inferior al real.
Gracias a las autoridades de Libia se acreditó su procedencia de algunas obras de los yacimientos de Apolonia y Cirene, dos necrópolis que habían sido expoliadas
El anticuario y el marchante detenidos en Barcelona habrían ayudado a financiar el terrorismo yihadista
por grupos terroristas. Algunas presentaban imperfecciones, golpes y marcas que indicaban haber sufrido una extracción violenta del suelo, ya que no se usaron técnicas arqueológicas adecuadas y no habían sido trasladadas adecuadamente.