A dos ruedas y en guardia
Los motoristas denuncian el brusco incremento de multas y retirada de vehículos
Un motorista contempla la sucesión de motos y ciclomotores aparcados en el lateral lado Llobregat del paseo de Gràcia. “Agente –le dice a un guardia urbano–, ¿aquí se puede aparcar?”. “Pues no”, responde lacónico el policía. “¿Y piensan venir a poner multas a todas o las van a dejar estar como siempre...?”. Ahora el agente prefiere no responder. “Es que el otro día me clavaron una buena, y como me metan otra...”. El policía municipal arruga los labios en silencio. “¿Van a traer la grúa?”, pregunta el motorista. El agente arruga aún más su mueca. El último plan del gobierno de Ada Colau para acabar con el aparcamiento irregular de motos en las aceras y despejar el camino de los peatones tiene ya en guardia a los motoristas de la ciudad. Las advertencias están llegando a su fin, y las sanciones y retiradas de vehículos se multiplican.
“Por el paseo de Gràcia aún no he visto los avisos que dejan en los manillares –tercia otro motorista, poniéndose el casco–, pero el otro día, más cerca de la plaza Catalunya, la grúa se llevó unas pocas. Y me dijeron que están dejando avisos por el Paral·lel. La gente se intercambia información”. La nueva política de tolerancia cero también se traduce en una rigurosidad inédita. Ahora, si tus ruedas pisan la raya, te encuentras con una multa. Y las temidas grúas aparecen de repente en cualquier lugar, en la plaza Urquinaona, en la calle Joan Güell... Las pegatinas triangulares estampadas en el suelo son el rastro de su paso. En los alrededores del Turó Park esperan su llegada en cualquier momento. Los primeros avisos aparecieron en los manillares de este lado de la ciudad hace semanas. Entre tanto el Ayuntamiento pidió a los principales operadores de parkings que hagan ofertas a los motoristas.
“Me voy a mirar por rambla Catalunya –retoma el motorista en busca de un hueco en el paseo de Gràcia–. Allí hay unas pocas plazas señalizadas, pero seguro que están ocupadas. En el centro todo el mundo va en moto. No entiendo la actitud del Ayuntamiento. Yo vengo todos los días de Ripollet, ¿preferiría que viniera a la ciudad en coche? Coges la moto porque te ahorras tiempo y dinero, ¿ahora quieren que paguemos aparcamiento? Si lo que pretenden es sacarnos la pasta, mal vamos... ¿quieren que todos vayamos en bici? Pues los ciclistas también aparcan donde quieren, ¿a ellos también los van a multar?”.
Barcelona suma 293.786 motos y ciclomotores, y apenas 68.000 plazas delimitadas en superficie. La calle Torrent de l’Olla muestra las consecuencias de este desfase. “La meto donde cabe, en las calles anchas, donde ya hay otras... Reconozco que no me sé bien normas de aparcamiento, ¡son un lío!”. Primero has de calcular si la acera mide entre 3 y 6 metros. Entonces se puede aparcar en paralelo a la acera, pero no en batería. Para aparcar en batería la acera ha de medir más de 6 metros. Y al final las motos se desparraman por la acera de Torrent de l’Olla. Entre peatones y comerciantes esta laxitud de actitudes y conductas se contempla de otro modo. “Entre Fontana y los Jardinets es una vergüenza. Estos días de Semana Santa son más tranquilos, pero otros se comen las aceras. Hacen lo que les da la gana. Vas con el niño de la mano y las motos te adelantan”. Sí, en Torrent de l’Olla las motos circulando por las aceras son habituales. “Y por las callejuelas es peor. Van en contra dirección cuando les conviene. No está de más un poco de orden”.
Fuentes municipales dicen que el Ayuntamiento no dio nuevas instrucciones a la policía municipal, que no transmitió a los agentes la consigna de que a partir de ahora multen todo lo que puedan. Es que los distritos están elaborando un mapa de las calles con más quejas vecinales. Y así la Guardia Urbana tiene más información, su trabajo es más efectivo. Los distritos de Gràcia, Eixample y Sarrià-Sant Gervasí fueron los primeros en ponerse a dibujar sus mapas. Las fuentes del Ayuntamiento añaden que aún no calcularon el incremento de multas y motos retiradas de estos días.
Los vecinos de Torrent de l’Olla explican que las motos circulan por las aceras en busca de aparcamiento