El Kilómetro Lanzado, una disciplina repleta de curiosidades
El esquí
de velocidad o Kilómetro Lanzado es una disciplina de esquí que consiste en bajar una pendiente en línea recta alcanzando la máxima velocidad posible. Es, junto con el paracaidismo, uno de los deportes no motorizados más veloces.
200
km/h es la velocidad que habitualmente se supera, frente a los 193 km/h de los paracaidistas.
254, 958
km/h es la actual plusmarca mundial, lograda por Ivan Origone. La femenina se encuentra en manos de Valentina Greggio y es de 247,083 km/h. Las otorga la reglamentación de la FSV (France Ski de Vitesse).
Látex
o poliuretano son los materiales con los que se confeccionan los trajes que utilizan habitualmente los esquiadores de velocidad. El objetivo es reducir la resistencia del aire. También llevan cascos aerodinámicos.
2,4 m
de longitud máxima tienen los esquís, especiales, que se utilizan, un ancho máximo de 10 cm y un peso que no supera los 15 kg por par. Los bastones están doblados para ajustarse al cuerpo y deben tener como mínimo 1 m de longitud
30
pistas, aproximadamente, existen en todo el mundo para ejercer este deporte. Tienen 1 km de largo y están especialmente diseñadas para esta práctica. La mayoría de las pistas existentes están ubicadas a gran altitud, para reducir la resistencia aerodinámica.
300-400
m se utilizan para ganar velocidad, en los siguientes 100 se alcanza la velocidad máxima, y los últimos 500 m se usan para frenar. La velocidad se mide entre los 400 y los 500 m.