El frío retrasa la llegada de aves migratorias a España
Las temperaturas más frías de lo normal que se han registrado durante el último mes en España han retrasado la llegada a la Península de las aves migratorias procedentes de África, aunque no han modificado el movimiento habitual de los flujos de sur a norte.
Juan Carlos del Moral, coordinador de ciencia ciudadana de SEO/BirdLife, afirma que, a pesar de ese retraso que el frío ha provocado en la llegada de ejemplares, “no se puede hablar de cambio de flujos migratorios” ya que, cuando algunas bandadas de aves se mueven de norte a sur en la Península en un momento en que la migración tendría que ser de sur a norte, “no significa que hayan cambiado su comportamiento por el frío, sino que pueden tratarse de desplazamientos puntuales en busca de alimento o refugio”.
No obstante, “sí que puede el frío retrasar la llegada de estas aves”, señala el biólogo, y así se está observando en las golondrinas, los cernícalos primilla o los autillos, que “en estas fechas suelen ser ya más abundantes”.
Las aves migratorias retrasan o adelantan sus viajes en función de la meteorología, indica Del Moral, y “las condiciones adversas están frenando este año toda la migración”, al contrario de lo que ocurrió en el 2017, que fue un año seco y cálido al final del invierno y por ello registró una presencia más temprana de aves.
No obstante, el dato de este año es para el científico “anecdótico”, ya que los registros a lo largo de cinco décadas arrojan una media de diez días de adelanto de la llegada a la Península de la golondrina, lo que indica asimismo un adelanto de la sequía y el calor.
“Estos datos son de gran valor para conocer los cambios en la fenología de las aves”, ha señalado el técnico de SEO/ BirdLife, quien explica que el programa Aves y Clima de la organización supera ya los 100.000 registros aportados por voluntarios.
La interpretación de los datos “debe ser a largo plazo, un mismo comportamiento de las aves se tiene que registrar en muchos puntos para que sea real, y necesitamos una muestra muy grande para que sea válida estadísticamente”, añade. A su juicio, “la dureza del cambio climático” está provocando “altibajos muy fuertes que se reflejan también en el comportamiento de las aves migratorias”.
Especies como la golondrina o los autillos suelen ser más abundantes en las fechas actuales