Gran espacio gastronómico
El Be So del hotel Sofía tiene a Carles Tejedor al timón
El hotel Princesa Sofía fue, en los años setenta, un edificio singular en la zona norte de la Diagonal. Entre las facultades de Pedralbes y L’Illa Diagonal, este conocido hotel acogió durante cuatro décadas congresos, clientela internacional y más de un presuroso encuentro.
La nueva propiedad ha decidido, con acierto, darle un vuelco a su desgastada imagen. Cerrado por reformas durante más de un año, el Princesa Sofía ha pasado a llamarse simplemente Sofía. En su planta de acceso se ha configurado un megaespacio gastronómico dirigido por el ubicuo chef Carles Tejedor. Un acierto organizativo y un contundente conjunto de propuestas.
Lo más sobresaliente culinariamente hablando es el restaurante Be So. Un lugar distinguido y confortable, moderno y luminoso. Todo en él resulta superlativo y exigente, desde el selecto servicio a las órdenes de Marta Canet, hasta la peculiar y estudiada bodega seleccionada por el sumiller Nicolas Roche. Desde las mesas impecablemente montadas hasta la cocina dirigida por Tejedor y ejecutada por Iván Cruz.
En poco tiempo el balance de este proyecto resulta muy favorable. Si nos ceñimos a la calidad de los platos, 5 a Taula debutó con un refinadísimo mosaico de espárragos, trufa negra y foie, una gamba roja pasada ligeramente por el Josper y una delicada ensalada tibia de pulpo y calabaza. Después llegó un morro de bacalao al pilpil de gran nivel y, para finalizar, un crujiente semilacado de cochinillo. Platos clásicos, verdaderas referencias de la cocina culta y tradicional, elaborados todos ellos con acierto, sensibilidad y un toque de modernidad.
Tejedor ha vuelto a apostar muy alto, quizás en recuerdo de sus años en el mítico Via Veneto.
Con este nivel de cocina y asegurando la fidelidad de un buen equipo, el Be So del Sofía puede convertirse en un punto de encuentro para los gastrónomos barceloneses.