Messi, en el punto decisivo
El Barça inicia con el crack un ciclo de 7 partidos en 22 días
Ausente por molestias en los isquiotibiales en los dos amistosos de la selección argentina, aunque integrado en la concentración, Messi se ha reincorporado al trabajo del Barcelona y ayer efectuó una parte del entrenamiento junto al resto de la plantilla. Llegó a la ciudad deportiva de Sant Joan Despí acompañado por el fisioterapeuta de la albiceleste, Marcelo d’Andrea, que informó a los servicios médicos del Barça sobre el estado del jugador. La salud de Messi es una cuestión trascendental en vísperas de un ciclo candente de 7 partidos en 22 días que arranca el sábado en Sevilla. En este período el Barça se juega su posición de confort al frente de la Liga, el acceso a las semifinales de la Champions y el título de la Copa del Rey.
En otras circunstancias la situación podría ser angustiosa, pero la ventaja de 11 puntos del Barcelona al frente del campeonato cuando quedan 27 en disputa concede a Valverde un amplio margen de maniobra en el partido del Sánchez Pizjuán. En este sentido, el club proyecta una impresión de normalidad. Decidirá Messi, en función de sus sensaciones y de la evolución de las molestias, respecto al partido de Sevilla. La sesión preparatoria programada para esta tarde arrojará luz sobre la cuestión, pero en cualquier caso una hipotética ausencia del 10 en la alineación no se percibe como un drama.
Aunque sobre el papel se trata del desplazamiento más complicado de los cuatro pendientes en el campeonato, el partido de Sevilla tiene numerosas connotaciones que relativizan su importancia para los dos contendientes. En primer lugar, queda superado por la disputa de la ida de los cuartos de final de la Champions la próxima semana. El conjunto andaluz recibirá el martes al Bayern en una cita histórica y el reducido tiempo de recuperación obliga a Vincenzo Montella a reservar energías. Por su parte, el Barcelona se enfrentará el miércoles en casa al Roma con el propósito de orientar claramente la eliminatoria. La soberanía de Messi es indispensable en el Camp Nou, más que en el Pizjuán, donde el equipo blaugrana ha perdido en una de sus últimas diez visitas en la Liga.
Por otra parte, la reaparición de Leo tras dos ausencias con la selección podría ser entendida como una desconsideración por la emotiva afición de Argentina, especialmente después de la deprimente derrota contra España (6-1), tan severa que pone en cuestión las posibilidades del equipo de Sampaoli en el Mundial de Rusia.
El técnico del Sevilla está pendiente de los acontecimientos. Reconoce que prefiere que mañana no juegue el argentino, máximo realizador del torneo con 25 goles, y manifestó la intención de discutirle la posesión al Barcelona. “Si la tienen ellos, va a ser más complicado”, argumentó. Por su parte, Escudero no ve inconvenientes en el hecho de enfrentarse consecutivamente al Barça y el Bayern. “No será ningún problema. No tenemos estrellas, somos un equipo unido. Correremos hasta el último segundo y jugar ante el Barça no será un problema ya que estaremos en tensión para ambos partidos”, indicó el lateral sevillista en declaraciones a Sport Bild.
El contexto blaugrana es más desapasionado porque el mayor trastorno, el estado de Messi, es transitorio, según coinciden varias instancias del club. Entre bajas –Busquets permanece lesionado aunque se augura que rea-
parecerá el miércoles– y más que probables rotaciones –Piqué y Ter Stegen regresaron de las selecciones con molestias en las rodillas aunque ayer trabajaron con normalidad–, el encuentro de Liga ha quedado despojado de la categoría de banco de pruebas para la final de la Copa, el 21 de abril, con la que finalizará la serie de 7 partidos en 3 semanas. En una situación ideal, que no sería quimérica en vista de la trayectoria del equipo, el Barcelona culminaría esta etapa (formada por los cuartos de la Champions, la final de Copa y cuatro citas de la Liga: Sevilla y Celta a domicilio; Leganés y Valencia en el Camp Nou) alzando su trigésimo trofeo de Copa, con el campeonato a punto de celebración y la atención focalizada en las semifinales de la Champions, cuya composición se definirá en un sorteo el 18 de abril.
Las próximas tres semanas de infarto puntualizarán las ambiciones de la primera temporada de la era Valverde. En las dos siguientes el Barcelona puede levantar la Liga independientemente de los resultados de los perseguidores y sellar su presencia en la final de la Champions de Kiev. No en vano el entrenador calificó como “terrible” el mes de abril, pero el ciclo comenzará con una cita extraña en el Pizjuán, bajo la influencia del virus FIFA, la incógnita de Messi y la certidumbre de que, pase lo que pase, el partido importante es de la semana que viene.
PENDIENTE DE LA EVOLUCIÓN El argentino realizó parte del entrenamiento con el grupo, pero su alineación en Sevilla no es segura
ETAPA FRENÉTICA En tres semanas el Barça puede alzar la Copa, sentenciar la Liga y acceder a la semifinal de la Champions