Ética empresarial
Sus tuits se ven como una presión para forzar sanciones
La crisis de Facebook, desatada por utilizar a sus usuarios y su intimidad como un producto puesto a la venta, ha llevado a otras compañías de la esfera tecnológica como Apple, que pueden ver peligrar su credibilidad, a reivindicar sus buenas prácticas.
El presidente Donald Trump se atreve a decir con Amazon lo que calla cuando habla del sector minero o la industria del automóvil. Juega con los avances de la tecnología y su impacto en el mercado laboral a la medida de sus intereses políticos y personales.
El jueves, Trump cargó de nuevo en Twitter contra el gigante del comercio electrónico, al que acusa de provocar “el cierre de miles de establecimientos minoristas”. A cambio, pese a sus enormes ingresos, “paga pocos o ningún impuesto local o estatal”, insistió.
A nadie se le escapa que Jeff Bezos no sólo es propietario de esta plataforma. También lo es del The Washington Post. Esta cabecera es uno de los medios más críticos y certeros en sus informaciones sobre la Casa Blanca.
En uno de sus tuits matinales, Trump recordó que ya había expresado sus preocupaciones sobre Amazon “mucho antes” de las elecciones que le convirtieron en presidente de Estados Unidos.
No sólo le acusó de atacar al comercio tradicional y por una fiscalidad esquiva. Reprochó además que utiliza el sistema postal y los “chicos del reparto”, lo que “causa tremendas pérdidas a EE.UU.”, remarcó.
Trump ya ha acusado en varias ocasiones a Amazon a través de su cuenta de Twitter. El pasado mes de agosto lanzó un ataque directo culpando a la empresa de dañar al comercio minorista estadounidense y de provocar la pérdida de muchos puestos de trabajo, mientras que a finales del 2017, Trump instó al Servicio Postal de Estados Unidos a cobrar “mucho más” por los envíos que realiza en nombre de empresas de venta online como Amazon. Su queja de que esta plataforma cuesta dinero al servicio postal la niegan los responsables de la institución. La comisión supervisora ha asegurado de forma consistente que los contratos con Amazon son rentables.
Las acciones de la compañía comenzaron la sesión bursátil del jueves en la Bolsa de Nueva York –último día de la semana– con un descenso superior al 2%, que en los minutos posteriores se amplió hasta el 3%. Luego se recuperó.
Trump publicó el tuit un día después de que el blog estadounidense Axios desvelara la “obsesión” del presidente estadounidense por la compañía fundada y presidida por Jezz Bezos, a la que considera responsable de la crisis del sector minorista. “A Trump no le preocupa Facebook. El monstruo tecnológico contra el que quiere ir es Amazon”, aseveró la información. Según este medio, “el Capitolio quiere la sangre de Facebook, pero Trump no está interesado en ello”.
Algunas fuentes señalan que el presidente muestra en privado una fijación con Amazon. Detrás de esa idea están los amigos, que le indican que esta plataforma está hundiendo sus negocios y dejando inertes las superficies comerciales. Y, además, está la consideración de que Bezos se sirve del Post como arma política contra él. Sus tuits pueden entenderse como una presión para que le apliquen acciones antimonopolio.
En un artículo publicado este viernes, el diario de la capital concede “tres Pinochos” a Trump por mentir respecto a la fiscalidad de Amazon. Este medio señaló que la sociedad de Bezos paga impuestos en 45 estados (por obligación o voluntariamente) y en el distrito de Columbia. En el 2017 pagó impuestos por valor de 957 millones, aunque evitó las tasaciones federales. La paradoja es que a Amazon le acosa el presidente Trump, el mismo que dijo que “no pagar impuestos me hace inteligente”.
Al presidente no le interesa Facebook, pero le obsesiona Bezos, dueño del ‘The Washington Post’