La familia plantígrada
En toda la cordillera viven 43 ejemplares, aunque Francia introducirá dos más
La población de osos en el Pirineo catalán crece con el nacimiento de seis nuevos cachorros.
A lo largo del 2017 nacieron seis cachorros de oso pardo en el Pirineo catalán, y en todo el macizo, tanto en territorio español como francés, la población de osos alcanza los 43 ejemplares, que han sido identificados en Catalunya, Aragón, Navarra y Francia. El Departament de Territori estima que la mayor parte de la población, unos 41 animales, se localiza en la zona central de la cordillera, con una superficie de unos 4.000 kilómetros cuadrados que comprenden el Pirineo de Lleida y Aran, Garona y la Arieja.
Los otros dos ejemplares fuera de esta zona han sido localizados en los Pirineos atlánticos, en un área cercana a los Pirineos centrales. Con este último censo, la distribución de los osos pardos en los Pirineos se ha extendido por el territorio, de un área de 3.800 kilómetros cuadrados en la que vivían en el 2015 hasta unos 4.900 kilómetros cuadrados actuales.
La Generalitat ha contabilizado que en Catalunya durante el 2017 se identificaron 25 ejemplares, de los que 10 son machos, 12 hembras y de tres de ellos no se ha identificado su sexo.
Territori considera que las cifras presentadas esta semana corroboran la tendencia al alza de la población de osos, que ha ido creciendo en los últimos años, de los 31 ejemplares del 2014 a los 32 del 2015 y los 41 en el 2016.
En todos los Pirineos en el 2017 nacieron siete cachorros de cuatro hembras: dos de Caramellita, dos de Isil, dos de Plume y uno de Chataigne. Seis de los oseznos, los de las tres primeras osas, nacieron en Catalunya. De los 43 ejemplares identificados en el 2017, 21 son adultos y 15 cachorros, con edades de hasta 4 años.
El censo elaborado sobre el 2017 ha permitido determinar que, debido a la ausencia de datos durante los dos últimos años, se consideran muertos dos ejemplares: el macho Moonboots y la hembra Patoune.
Tampoco se sabe nada desde hace un año del macho Pyros, padre de varios de los osos, ya que la última vez que fue captado por una cámara fue entre marzo y abril del 2017.
El informe ofrece datos también sobre los ataques a animales de granja por parte de osos a lo largo del año pasado. Entre mayo y septiembre hubo siete incidentes de plantígrados con 29 rebaños y otros 17 ataques a instalaciones de panales de abejas. La mayoría de esos ataques protagonizados por osos, excepto tres de ellos, ocurrieron en Val d’Aran y afectaron a 177 ovejas, un cordero, tres cabras, dos yeguas y un potro, así como 46 panales de abejas y 18 núcleos habitados.
Esos ataques hacen de la repoblación de osos en los Pirineos una cuestión muy controvertida. Con la intención de hacer compatible la actividad económica con la consolidación de la población de plantígrados en la cordillera se ha puesto en marcha el programa Piroslife. Su objetivo es impulsar una serie de medidas preventivas que minimicen las afectaciones por las acciones de los animales.
Entre las medidas del proyecto se encuentra la agrupación de rebaños, la contratación de pastores, el cierre y protección de los rebaños por las noches y el mantenimiento y refuerzo de las vallas de protección para las instalaciones de apicultura.
Esta misma semana, el ministro francés de Transición Ecológica, Nicolas Hulot, anunció que su departamento tiene la intención de reintroducir dos osos hembra en los Pirineos el próximo otoño, según comentó al diario Le Parisien el pasado lunes.
“Deseo comenzar la reintroducción de dos osas en los Pirineos Atlánticos en otoño. Le pediré al prefecto que organice un diálogo para que esta reintroducción sea un éxito”, señaló el ministro francés.
Hulot busca un diálogo con la población de las zonas en las que quiere incrementar la presencia de osos precisamente por la colisión de intereses que en ocasiones se produce con algunas actividades, como la ganadería.
Las autoridades llevan un año sin noticias de Pyros, y otros dos osos se dan por muertos tras dos años sin datos