Breves noviazgos que acaban con bodas relámpago y finales imprevisibles
Bodas relámpago, con brevísimos noviazgos, que no siempre acaban bien
“Tengo una sorpresa. Me he casado hoy”. Así anunciaba la modelo y actriz Emily Ratajkowski, en su cuenta de Instagram, que había contraído matrimonio. Fue el pasado 23 de febrero y lo más llamativo fue que apenas se sabía que tenía novio, el actor y productor Sebastian Bear-McClard, con quien llevaba saliendo sólo un par de meses. Lejos de los grandes fastos que reinan en muchas de las bodas de Hollywood, hay quien prefiere la discreción. Fue el caso de esta pareja, que celebró su boda en el Ayuntamiento de Nueva York ante sólo seis testigos, ella con un vestido de Zara, lo que ya da una idea de la improvisación.
Al parecer, unas pocas semanas de noviazgo les bastaron para darse el sí quiero. Lo mismo le ocurrió a la actriz Amy Schumer, que se casó apenas cuatro días después de hacer oficial su noviazgo. La que es una de las cómicas mejor pagadas de Hollywood llevaba saliendo con su ahora marido, el chef Chris Fischer, desde el pasado mes de noviembre. Se casaron el 13 de febrero en una ceremonia privada en Malibú.
Ahora sólo el tiempo dirá si esa fugacidad dará relaciones duraderas. Algo que no les ocurrió a Britney Spears y su exmarido Kevin Federline. Tres meses necesitaron para decidir que se querían casar. Se comprometieron en julio
Emily Ratajkowsky, Cameron Díaz, María Valverde y Cristina Pedroche tienen en común una boda exprés
del 2004, se casaron en septiembre de ese mismo año, tuvieron dos hijos en común, Jayden y Sean, y se divorciaron en el año 2007. Pero esta no fue la primera boda exprés de la cantante, que en enero del 2004 se casó en Las Vegas con su amigo de toda la vida, Jason Alexander, un matrimonio que les duró tan sólo 72 horas.
Otro flechazo que finalmente no acabó bien fue el de Mariah Carey y Nick Cannon. La pareja se conoció durante el rodaje del videoclip Bye bye en el 2008 y dos meses después se daban el sí, quiero por sorpresa en las Bahamas. Juntos estuvieron hasta el 2014, cuando finalmente se divorciaron.
Y la que dijo que no se casaría nunca y acabó pasando por el altar en un pispás fue Cameron Díaz. Jamás mostró ningún deseo de casarse ni tampoco había sentido la presión social de pasar por la vicaría. Incluso se había posicionado en contra del matrimonio: “La institución del matrimonio está muriendo, ya no puede adaptarse al mundo actual”, llegó a declarar en una ocasión. El flechazo con su actual marido, el músico Benji Madden, fue tal que del noviazgo a la boda pasaron unos pocos meses. La pareja comenzó a salir en mayo del 2014, se prometieron antes de Navidad y se casaron el 5 de enero del 2015 en una ceremonia íntima en su casa. “Cuando lo vi, me dije: ¡Oh! Eres tú. Lo entendí, él es mi persona”, afirmó la actriz.
Diez meses de noviazgo fueron suficientes para que la presentadora de televisión Cristina Pedroche y el cocinero David Muñoz se dieran el sí, quiero. En octubre del 2015 se casaron por sorpresa, en casa, con pantalón vaquero y ante notario. Más o menos el tiempo que necesitaron la actriz María Valverde y el director de orquesta Gustavo Dudamel para pasar por el altar. Breve noviazgo y boda en Las Vegas en febrero del 2016. La pareja se conoció cuando la actriz estaba saliendo todavía con Mario Casas y Gustavo era el marido de la exbailarina caraqueña Eloísa Maturén.
Cierran este repaso Carlos Falco y Esther Doña, que daban la sorpresa el verano del 2017 al casarse en secreto. Iniciaron su relación un año antes y ya habían formalizado su relación como pareja de hecho. El marqués de Griñón estuvo casado anteriormente en tres ocasiones –una de ellas, con Isabel Preysler–, y Doña también venía de un matrimonio anterior.