Reflexiones dietéticas ante el fin de la Cuaresma
Con la famosa mona de Pascua se cierra el periplo de Semana Santa y en teoría la austeridad dietética que impone tradicionalmente la Cuaresma. De hecho, este famoso dulce simbolizaba, entre otras cosas, el fin de las penitencias gastronómicas.
En la actualidad se podría decir todo lo contrario. Para muchas personas este fin de semana marca el inicio de una de las épocas más restrictivas del año. Lo que antes era el fin de la austeridad ahora es el inicio de un conocido agobio denominado popularmente operación bikini. Lo más curioso es que gran parte de las personas que iniciarán ahora las más rocambolescas y a veces peligrosas piruetas dietéticas ni siquiera tienen un exceso de peso. Otras, que sí tienen sobrepeso, lo harán convencidas de que en dos o tres meses pueden existir milagros cuando lo que necesitaban es una visión realista durante todo el año. Sin contar que gran parte de la gente que iniciará la inefable operación bikini más que dietas necesita menos sofá. Y que se sigue creyendo que con voluntad se puede conseguir el cuerpo que uno quiera.
Como que lo anterior no va a cambiar y es durante todo el año que hay que cuidarse, disfrutemos sin remordimientos al menos de la gastronomía de estos días. Amargarse no sirve de nada.