La mejoría del PIB no se refleja en los salarios
La remuneración global está por debajo de la que había antes de la crisis
Por segundo año, los salarios crecieron en el 2017 a un ritmo menor que el resto de la economía. En Catalunya, los sueldos subieron un 3,1%, y el excedente de explotación, un 5,9%.
Los salarios siguen por segundo año consecutivo creciendo a un ritmo inferior a lo que lo hace el conjunto de la economía. En Catalunya esa tendencia es más acusada. El año pasado mientras las remuneraciones de los asalariados (sueldos más cotizaciones sociales) aumentaron en un 3,3% (3,1% en Catalunya), el excedente bruto de explotación (beneficios empresariales y otras rentas como las inmobiliarias) aumentó en un 4,8% (5,9% en Catalunya).
El dispar incremento lleva a que la participación de los salarios en el PIB se sitúe en el 47,3% en el conjunto de España y el 45,9% en Catalunya. En ambos casos, el porcentaje se sitúa por debajo del registrado el ejercicio precedente y también es inferior al que había cuando arrancó la crisis en el 2007: 48,3% en España y 48,5% en Catalunya.
La explicación del porqué de esta situación es distinta según a quien se le pregunte. Para los sindicatos es culpa de la política. “Tiene que ver con la reforma laboral ya que ahora tienen más poder las empresas. La negociación colectiva ha quedado dinamitada cuando se ha trasladado las negociación desde los ámbitos sectoriales hacia las empresas”, explica Gonzalo Pino, secretario de política sindical de UGT.
Desde el punto de vista académico se afirma que el menor crecimiento de los salarios es una constante en Europa. “La teoría era que cuando la tasa de paro bajaba y se estaba en pleno empleo, lo normal es que subieran los salarios pero esto parece ser que no está pasando en general”, según Pedro Aznar, profesor de Esade. “En Gran Bretaña, por ejemplo, se observa que en un ciclo con el paro muy bajo no se invierte en lo salarios. Quizás es un cambio en la estructura del mercado laboral por el mayor peso del tiempo parcial no deseado”.
Según un reciente informe del Banco Central Europeo (BCE), en España el porcentaje de empleados que trabajan menos horas de las que desearían representa el 22%. Además ese tipo de empleo es el responsable de una cuarta parte del crecimiento del mercado laboral desde el 2013.
Aunque tiene sus lagunas, la estadística de la remuneración de asalariados y del excedente bruto es una de las mejores aproximaciones estadísticas para determinar qué parte del pastel se llevan los trabajadores vía sueldos y qué parte la propiedad de las empresas. Según el Banco de España, el excedente bruto de explotación suele utilizarse como medida de rentabilidad empresarial.
Jordi García, director del departamento de relaciones laborales de la patronal CEOE, cree que la situación “se puede corregir porque está entrando más gente en el mercado de trabajo”. La estadística de remuneraciones refleja tanto el número de trabajadores como el salario que perciben. Alguno expertos creen que es normal que cuando una economía sale de una crisis –como
CATALUNYA
La situación es más acentuada porque es una economía más intensiva en capital
DIFERENCIA
Las remuneraciones representan el 47,3% del PIB y las rentas empresariales el 48,3%
es el caso de España y de Catalunya– en una primera fase la recuperación caiga en mayor medida del lado de los empresarios. El riesgo es que con el tiempo esa situación no se equilibre y la mejora no llegue a las plantillas. Además en España –como recuerda Pedro Aznar– se produjo un proceso de devaluación interna: “No es tanto que los salarios de los trabajadores hayan bajado sino que los nuevos contratos son a un salario inferior”. Pino avisa que “si no suben los salarios y no se recupera el poder de compra entraremos en una situación complicada porque no se recuperará el mercado interno”. Carme Poveda, directora de análisis económico de la Cambra de Comerç, sostiene que “si queremos incrementos de los salarios habrá de aumentar la productividad”.
En Catalunya, el peso de los salarios respecto al conjunto de la economía es menor que en el conjunto de España. Poveda explica que en la economía catalana “tiene un mayor peso los beneficios empresariales porque Catalunya es mas intensiva en capital”. En la comunidad, pese al fuerte peso de la hostelería, todavía hay sectores, especialmente la industria, muy mecanizados y con una menor presencia de personal.