Cerca de la plena ocupación.
El sector hotelero de las costas Daurada y Brava registra tasas de ocupación de más del 85% durante esta Semana Santa
El sector hotelero de la Costa Brava y la Costa Daurada ha registrado tasas de ocupación del 85% esta Semana Santa, con jornadas soleadas y ventosas, como la de ayer en Cadaqués (foto).
Los establecimientos hoteleros de las comarcas de Girona y Tarragona se han acercado en algunos casos al lleno esta Semana Santa con tasas de ocupación de más del 85%. A pesar de las fuertes ráfagas de viento que se registraron durante la jornada de ayer, con especial intensidad en el sur de Catalunya, los visitantes vaciaron las playas pero llenaron las terrazas y los paseos.
En las comarcas de Tarragona, a pesar de que el sol brilló con fuerza, el vendaval dejó las playas vacías por lo que los turistas optaron por pasear por Salou, Cambrils, Altafulla o Tarragona, que han registrado un altísimo índice de ocupación durante esta Semana Santa. En la Costa Daurada abrieron 55 hoteles –diez menos que el año pasado– lo que se traduce en 31.500 plazas. El sector espera cerrar la semana con una ocupación media de un 85% y algo superior durante las tres últimas noches. Uno de los factores que han animado la actividad han sido las competiciones deportivas infantiles y juveniles que han reunido a unos 20.000 participantes, junto a sus acompañantes, y que se han alojado en hoteles y campings de Salou, Cambrils y La Pineda. El viento obligó a suspender las finales del Mundialito en el que han participado 300 equipos de 50 países.
El buen tiempo que ha hecho en la Costa Brava, pese a la tramontana, y la presencia de nieve en las estaciones de esquí del Pirineo han repartido a los visitantes por todo el territorio. En la costa ampurdanesa, el jueves y el viernes alcanzaron entre el 90% y 100% de ocupación, mientras que ayer bajó al 75%, según detalla el gerente de Costa Brava Centre Hotels, Martí Sabrià. “El viento no ha tenido afectaciones. Los que han venido se han quedado. A lo mejor alguien que quería venir a pasar el día se habrá quedado en casa, pero esto no lo sabemos. En caso de lluvia hubiera afectado más”, comenta. “Los restaurantes están llenos. Se ha visto a mucha gente. O sea que a parte de los turistas alojados, también hay los que hacen excursiones de un día. Si la semana que viene, que llega el turismo francés, va bien –se prevé un 55% de ocupación– no nos podremos quejar del arranque de la temporada”, subraya Sabrià.
Por otra parte, los torneos deportivos celebrados estos días en Lloret de Mar, como el internacional de fútbol base MIC, ha atraído hasta esta localidad a más de 10.000 personas. “Los jugadores están en Lloret pero los familiares se van a Platja d’Aro u otros municipios y esto también ayuda a la ocupación”, precisa Sabrià.
En el Pirineo, cabe destacar la Cerdanya y el Ripollès que alcanzaron un 75% de ocupación y la Garrotxa un 85%, según cifras de la Federació d’Hostaleria de les comarques de Girona. En La Molina, por ejemplo, ayer abrieron el 100% de las pistas, con 110-230 centímetros de nieve, y la estación se llenó de esquiadores, según Marta Viver, su responsable comercial.
En Girona y alrededores, la ocupación alcanzó el 98% el viernes y el sábado, mientras que el jueves llegó al 85% y ayer bajó a 80%, según la Associació d’Hostaleria de Girona i Radial. Su presidente, Josep Carreras, señaló que “la suma de propuestas turísticas y culturales” convierten la ciudad en uno de los destinos escogidas para “venir a pasar un fin de semana largo de cuatro días”. Y el viento no ha sido un inconveniente: “Hemos tenido viento pero el día ha sido espectacular”, añade Carreras, quien asegura que ha habido “un alto nivel de satisfacción entre nuestros visitantes”.
El periodo medio de estancia del turista se sitúa entre dos y tres días, ligeramente inferior respecto al año pasado ya que en las zonas costeras se llegó a las cinco jornadas.
El perfil mayoritario es el del turista familiar, procedente del ámbito metropolitano y también de la provincia de Girona. En menor porcentaje, también ha habido turistas belgas y alemanes. Y en el caso de la ciudad de Girona, muchos de ellos han llegado de Galicia, País Vasco, Valencia y Mallorca.
En la Cerdanya y el Ripollès el hospedaje alcanzó el 75%, y en La Molina abrieron todas las pistas