Ofensiva de los CDR
Se preven nuevos cortes de carreteras y una campaña que incita a no pagar peajes
Los llamados Comitès de Defensa de la República preparan nuevas acciones en las carreteras coincidiendo con el fin de la Semana Santa.
Los autodenominados Comitès de Defensa de la República (CDR) continúan con su particular operación Semana Santa. A su campaña de acoso al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena se suma el corte de carreteras y el boicot al abono de peajes en las autopistas catalanas.
“Cuélate pasando con el de delante; manifiesta tu insubordinación: No quiero pagar” es el lema que difunden a través de las redes sociales para incitar a los conductores a saltarse las barreras en las autopistas durante la jornada de hoy y mañana, último día festivo de Semana Santa. También está previsto que los CDR se concentren en determinados puntos para levantar las barreras y permitir que los vehículos circulen sin abonar el peaje, como ya ocurrió en Montblanc el jueves, además de repetir nuevos cortes de carretera.
Tras jornadas de alta tensión en la que los integrantes de estos “comités” se habían enfrentado a conductores y pasajeros impidiendo la libre circulación, los CDR tratarán ahora de ganarse la simpatía de los ciudadanos que utilizan las autopistas, aprovechando el descontento por el alto número de autopistas de pago en Catalunya. Los “defensores de la República” explican en sus canales de difusión que de esta manera se perjudicará a “Abertis y al Ibex 35”, “cómplices”, según ellos, del conflicto catalán y de “la represión”.
La recaudación de la AP-7 y la AP-2 sí va a parar a las arcas del Gobierno central, ya que la titularidad de estas vías es del Estado. Sin embargo, otras vías de peaje, como el túnel del Cadí, los túneles de Vallvidrera o la C-32 (tanto en el Maresme como en el Garraf) son propiedad de la Generalitat y el dinero recogido lo gestiona el Ejecutivo catalán. La proliferación de autopistas de pago en los últimos tiempos en Catalunya –mediante peaje explícito o en la sombra– responde al modelo elegido por la Generalitat, en el que se ha primado la concesión a empresas gestoras, hipotecando buena parte del presupuesto de la Conselleria de Territori. La campaña antipeajes de los CDR recuerda a la vivida hace unos años en contra de las autopistas de pago, en la que cientos de conductores trataban de saltarse las barreras para protestar por el elevado coste de la circulación por carretera.
En paralelo a las acciones en carreteras, los CDR organizaron ayer una polémica performance en las playas de El Port de la Selva, Cadaqués y Argelers, donde plantaron cientos de cruces amarillas para denunciar “la muerte de las libertades”.
Los “comités” llenan de cruces amarillas las playas de El Port de la Selva, Cadaqués y Argelers
La plantada de cruces en estas playas generó un vivo debate en las redes sociales. Usuarios de Twitter manifestaron su malestar porque los CDR hayan “vinculado” la crisis política en Catalunya con la situación que vivieron los exiliados republicanos tras la Guerra Civil. Miles de españoles fueron confinados en el campo de concentración de Argelers al acabar la contienda, donde muchos murieron debido a las paupérrimas condiciones de vida. “Mi familia materna, andaluces, mineros y socialistas, acabaron en Argelers el invierno del 39. Hoy usan ese sufrimiento los mismos que nos consideran inferiores y nos llaman colonos. No tienen vergüenza”, escribía un usuario.
Otra de las acciones de los CDR en defensa de los “presos políticos” fue una procesión el viernes por la tarde, con capuchas, ropa y símbolos de color amarillo, junto a la cárcel de Tarragona.