Se multiplican los ataques a las sedes de Ciudadanos y PSC
El recrudecimiento de la crisis política catalana y el protagonismo que están tomando los llamados CDR estan multiplicando los ataques a las sedes de los partidos constitucionalistas –Cs, PSC y PP–, así como las amenazas y mensajes de odio a sus dirigentes y militantes en espacios públicos –con pintadas, carteles y pancartas llamando a que se vayan “fuera de Catalunya”- y en las redes sociales.
Unas acciones que recuerdan a la kale borroka y que están generando una honda preocupación en las direcciones de los partidos y en la Delegación del Gobierno y los Mossos d’Esquadra, que desde el 1-O han ampliado el número de políticos con escolta.
Los datos que ofrecen Ciudadanos y PSC –cuyas sedes centrales en Barcelona fueron pintadas la madrugada del martes con mensajes como “españoles maricones”, “Puta España” o “Catalunya catalana”– ponen en evidencia como ese clima de acoso va a más. Desde el pasado mes de septiembre, hasta en catorce diferentes ocasiones sedes del partido que lidera Inés Arrimadas en Catalunya han sufrido algún tipo de acto vandálico con motivaciones políticas, siendo las oficinas de l’Hospitalet de Llobregat y Lleida las más que más veces han estado bajo el foco de los intolerantes.
En Cs, además, denuncian agresiones físicas –como la que sufrieron los miembros de una caseta informativa del partido en Santa Coloma de Gramenet el mes de septiembre–, y en domicilios, coches particulares –como el del portavoz Juan Carlos Girauta– e incluso en el negocio de la familia de Albert Rivera en Granollers.
La dirección del PSC calcula más de medio centenar de ataques a sus sedes, dirigentes y cuadros del partido en los últimos meses.
“No nos intimidarán, el PSC no va a dejar de defender lo que piensa ni su proyecto político”, declaró ayer a Europa Press el secretario de organización del PSC, Salvador Illa, quien señaló como estos actos en sus sedes se reparten por todo el territorio catalán.
Los socialistas señalan que, además de su primer secretario, Miquel Iceta, algunos de sus alcaldes y dirigentes municipales más destacados, como Nuria Parlón, Jaume Collboni, Carles Castillo o David Bote han sido objeto de este tipo de acoso político.
Además, varios cuadros han sufrido ataques personales en sus domicilios y lugares de trabajo, como fue el caso del líder socialista de Tortosa, Enric Roig, con pintadas en su despacho profesional a favor de los políticos que están en prisión provisional.
“Nuestra rotunda condena. La violencia nunca es la respuesta ni es el camino. Todo el apoyo y la solidaridad con nuestros compañeros y compañeras del PSC”, escribió ayer el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Una repulsa que se suma a la que estos días han realizado otros dirigentes políticos. No así el Parlament.
La Cámara catalana rechazó esta semana con los votos de Junts per Catalunya, Esquerra Republicana y la CUP una propuesta de resolución del PSC en la que pedía rechazar y condenar los actos contra sedes, el acoso, los insultos, las amenazas y las agresiones a políticos.