La Vanguardia

El lector expone

Reflexione­mos sobre el autismo

-

Mañana es el día internacio­nal del Autismo, una jornada significat­iva para mí porque soy el padre de una niña con un trastorno del espectro autista. De las cosas que en este tiempo he ido procesando, una importante es que la única manera racional de afrontar este asunto es dándole un enfoque positivo.

No trato de cambiar lo imposible, sino de convertir lo difícil en posible porque prefiero la satisfacci­ón que produce cumplir objetivos, por pequeños que sean, a la frustració­n que provoca pretender lo que no está a mi alcance. Soy consciente de que el camino es complicado, pero lo recomendab­le es dejar de quejarse cuanto antes de lo que cuesta recorrerlo y empezar a fijarse en que se camina con cada paso que se da. A mi hija y a los demás aún nos quedan muchos retos, pero resulta mucho más sugerente abordarlos con la confianza que da saber que hay metas que hemos ido alcanzando. No nos fijamos en sus límites, sino en sus posibilida­des, y esa perspectiv­a es la que hace que nunca pensemos en rendirnos.

Y respecto a los que nos rodean, no reparo en quien nos mira distinto cuando mi hija salta repetidame­nte, aletea, dialoga a gritos con amigos imaginario­s, ríe abiertamen­te al escuchar una canción que le gusta o se enfada por algo aparenteme­nte inocuo, pero que ella no tolera. Me intereso por quien nos ve como alguien más.

El día 2 de abril es una jornada para reflexiona­r sobre el autismo, un trastorno que afecta a muchas personas que conviven con nosotros y que cada día se esfuerzan para que no pensemos que vivir una realidad diferente es un motivo para esconderse y no sacarle todo el partido a la vida. Reparar en ese esfuerzo creo que es hoy un buen punto de partida. PABLO FEU FONTAIÑA

Sant Cugat del Vallès

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain