Goleada rutinaria
Bale lideró la cómoda victoria del Madrid ante el Las Palmas
Un Madrid plagado de suplentes y con la mente puesta en la cita del martes en Turín despachó con facilidad a un Las Palmas que camina sin remisión hacia Segunda. Con Bale a la cabeza de los meritorios, el Madrid goleó con aire rutinario, una buena defensa y un juego a ráfagas, sin necesidad de continuidad. Dos penaltis y un buen número de contras le sirvieron al equipo de Zidane para sumar tres puntos y mantener las constantes del equipo en el que descansaron por diferentes motivos futbolistas como Cristiano, Kroos, Marcelo, Ramos, Carvajal o Isco, salvo quizás este último todos fijos en el once de gala para Zidane.
Las Palmas tuvo dos buenas ocasiones al inicio del duelo y luego se apagó. Halilovic fue el único que nunca pareció resignado a lo inevitable. Suyo fue un remate que sacó muy bien Keylor y que hubiera avanzado en el marcador al equipo canario. Tras diez minutos iniciales en el que el Las Palmas pareció más de lo que luego fue el Madrid tomó el mando, subió un poco el listón de su ritmo y se quedó con el balón a su antojo.
Bale fue el hombre más destacado de los blancos. El galés sabe que ha perdido el sitio en el once y su esfuerzo de ayer habla de alguien empeñado en recuperarlo. Asensio y Lucas Vázquez buscaron cada uno a su modo conectar con el galés. El balear, menos fino que otras tardes, falló un gol cantado a pase de Benzema y tuvo que ser Modric, el mejor pasador del equipo, el que filtrara un excelente balón a Bale para que este se fuera por velocidad de Michel Macedo y cruzara lejos de Chichizola.
El gol puso en ventaja al Madrid cerca de la media hora y fue ya una losa para los locales, incapaces de reaccionar. Sin embargo, el Madrid apenas pudo festejar la noticia porque enseguida perdió a Nacho. Fue la gran novedad de la tarde porque el central de Alcalá jamás se había lesionado hasta ahora como profesional. Nacho, diabético, tuvo que retirarse por una torcedura de tobillo al ir a chutar un balón y sus lágrimas en el banquillo sobrecogieron a sus compañeros.
Mientras Nacho se desesperaba, el Madrid marcó el segundo antes del descanso en un penalti tan claro como ingenuo de Calleri sobre Lucas Vázquez. Bale pidió el balón a Benzema, pero este se lo negó. La jugada muestra el peso ahora mismo de uno y otro en el club. El francés, que ayer jugaba su partido número 400 en el Madrid y ejercía de capitán, lo lanzó muy bien, ajustado al palo.
DOS PENALTIS
El Madrid marcó dos de sus tres goles de penalti; el primero de Benzema y el segundo de Bale
La segunda parte se inició con otro claro penalti, esta vez de Navarro a Bale. Lo lanzó Bale por el centro y elevó a tres la cuenta. Ya no se movería el marcador pese a que Benzema falló un gol de los que nunca desperdiciaría cualquier nueve medianamente bueno. Su problema es que no es un nueve. Con buenas posiciones de remate, Benzema se empeñó ayer en pasar y pasar el balón. La historia de siempre.
A resguardo la victoria, Zidane refrescó el equipo al sentar a Casemiro y Modric por Marcos Llorente y Kovacic. Ante un contrario que daba grima verlo el Madrid optó por economizar fuerzas aún a costa de no agrandar el marcador.
Las Palmas tuvo una ocasión clara en una cantada de Keylor que se empeñó en regatear en el área, pero nunca dio la sensación de poder meterse en el partido. La defensa blanca resistió bien, con un Vallejo muy atento en su mejor partido hasta ahora. El Madrid abandonó Canarias sin apenas desgastarse.