Las agencias inmobiliarias se revuelven contra las ‘proptech’
La patronal Fadei ve “competencia desleal” en la publicidad más agresiva
Las compañías tecnológicas que intermedian compraventas de pisos están acelerando su crecimiento en el sector inmobiliario y han provocado la irritación de las agencias tradicionales, que se debaten entre incorporarlas como proveedores tecnológicos y canal comercial y descalificarlas como competencia desleal. Montserrat Junyent, presidenta de la Federación de Asociaciones de Empresarios Inmobiliarios (Fadei), la patronal que agrupa a más de 5.000 empresas de toda España, señala “que las proptech están basando su promoción en el desprestigio del trabajo que realizan las agencias presenciales, ocultando al cliente que no le ofrecen el mismo servicio” y sostiene que “no son agencias, sino plataformas tecnológicas que propician que un particular gestione la venta de su propia vivienda” .
El desencadenante del enfado de la Fadei ha sido precisamente una campaña publicitaria lanzada por Housfy, una de las proptech más activas, que compara las agencias inmobiliarias con dinosaurios por cobrar comisiones por la venta de inmuebles. La patronal indica que este tipo de publicidad “puede incurrir en competencia desleal al desprestigiar y minusvalorar al resto de agencias del sector”.
La misma Housfy, sin embargo, es un agente inmobiliario: está inscrita en el Registro de Agentes Inmobiliarios de Catalunya, según explicó su fundador y director general, Albert Bosch. “Estamos sometidos a los mismos requisitos de solvencia y garantía que cualquier agente –explica–, solo que el uso intensivo de la tecnología nos permite automatizar muchos procesos y por tanto abaratar el precio”, que en una inmobiliaria tradicional suele ser un porcentaje del precio de venta que oscila entre el 3% y el 10%. Housfy se separó del modelo de proptech anglosajón (que pide a los propietarios un pago inicial para utilizar la plataforma) y ofrece ahora la opción de cobrar cuando se vende el inmueble, si el vendedor les otorga exclusividad en la venta. En ese caso su tarifa es de 1.990 euros (más el 21% de IVA) que puede incrementarse en otros 3.000 euros si el propietario desea que el personal de Housfy enseñe el piso. La firma acumula cerca de 2 millones invertidos en distintas rondas de financiación y, según Bosch, el uso intensivo de la tecnología de análisis de datos de mercado, propios y de otras fuentes como portales inmobiliarios, les permite ofrecer a sus clientes valoraciones y estudios personalizados, además de realizar el análisis de la situación jurídica de cada inmueble. “Nos hemos convertido ya en socios tecnológicos de algunas inmobiliarias: les ofrecemos nuestra plataforma tecnológica para que puedan dar ese servicio e información de valor añadido a sus propios clientes”, señala Bosch.
La presidenta de la Fadei reconoce que “las proptech convivirán con las agencias: algunas incluso participan accionarialmente en ellas, para abrir así una nueva vía de negocio”, pero considera que las agencias ofrecen un asesoramiento personalizado sobre el valor económico del inmueble, más allá del big data, por ejemplo en la negociación final del precio para el cierre de la venta, y también jurídico, frente al recurso a modelos estandarizados. “Un buen servicio profesional tiene un precio, que es la comisión”, asegura Junyent, que reconoce que algunos profesionales no saben explicar el valor del servicio que aportan. Y añade que “indudablemente las inmobiliarias han de asumir las nuevas tecnologías, como plataformas automatizadas de gestión o realidad virtual”, aunque a su juicio muchas son pymes con dos o tres trabajadores a las que es difícil encarar esa transformación.
El enfado de las agencias tradicionales se ha visto acrecentado por el auge que viven las proptech, impulsada por el propio crecimiento del sector: Housfy vendió su primer piso en marzo del año pasado y ahora tiene una cartera de 310 inmuebles que comercializa en exclusiva en Barcelona y Madrid. Más allá de sus campañas publicitarias, señala Bosch, sus clientes le han llegado por el boca-oreja y en estos momentos sus ventas crecen un 27% al mes. “Creo que la tecnología va a transformar el sector inmobiliario, como ya lo hizo con otros sectores como los hoteles o las agencias de viaje ”, señala.
Las inmobiliarias digitales crecen exponencialmente gracias a su modelo de bajo precio