Una ópera bárbara
El ruso Ildar Abdrazakov protagoniza la ópera de Verdi en concierto en el Liceu
El bajo lírico ruso Ildar Abdrazakov se calzará esta semana las pieles de Atila, rey de los hunos, para protagonizar la pieza homónima de Giuseppe Verdi en el Liceu.
Como decíamos ayer en estas mismas páginas, Bryn Terfel tiene pocos rivales en tanto que barítono de gran voz en la actual escena operística. Y si tiene alguno, será ruso. Ahí está sin ir más lejos el mayestático bajo lírico Ildar Abdrazakov (Ufá, 1976), quien muy probablemente sorprenderá al público del Liceu en el papel de Attila, el temible rey de los hunos, una ópera de juventud con la que Verdi bebía del belcanto tardío y se adentraba en el drama patriótico, y que regresa al Liceu en versión concierto.
Sí, maldita sea, mañana coinciden en Barcelona y a la misma hora el galés en el Palau de la Música y el ruso en el Liceu, aunque a Attila le dedica el Gran Teatre dos funciones (también el domingo, a las 17 h.), por lo que la semana puede ser inolvidable en términos bajo-baritonales.
Abdrazakov confesaba ayer que fue Attila la ópera que cambió su punto de vista cuando siendo estudiante del conservatorio escuchó una grabación dirigida por Riccardo Muti. “Yo quería cantar clásica o pop, no ópera. Pero escuché a Samuel Ramey haciendo un Attila tan bien plantado y elegante que todo en conjunto me impresionó. Al ganar el concurso de Parma del 2000, Muti me escogió para Macbeth, la ópera con la que, por cierto, debuté en el Liceu en concierto. Y de nuevo estoy aquí, justo con Speranza Scappucci, que era asistente de Muti y con la que hemos hecho Attila en Roma, el Met...”
En cuanto a los hechos históricos que narra este título –la invasión de la ciudad romana de Aquilea en el siglo V por parte de los hunos–, el cantante ruso hace un guiño realista: “Attila viene de los Urales, igual que yo, así que me considero casi un descendiente. Y en los montes tenemos un pequeño pueblo llamado Huni”, dice.
Scappucci, que debuta en el Liceu con esta obra compuesta en el Risorgimento italiano, anuncia que la harán íntegra, con todas sus cabalette. “Verdi es complejo en su simplicidad, cada cabaletta es distinta, con sus colores de fuego o de patriotismo. No es una simple repetición sino que es una reafirmación o un cambio de actitud respecto de la anterior –asegura–. Hemos ensayado nota por nota, queremos sacar toda esa energía, ofrecer la obra en su totalidad, porque en Verdi no hay nada sin propósito, y no por ser una repetición se trata de música menos interesante. Claro que esto sólo se puede hacer con un gran reparto como el que tenemos aquí. Son cuatro personajes de gran relevancia. Attila no lo pinta Verdi como un bárbaro, musicalmente sus partes son de elevada elegancia, “Il sogno di Attila” del 1º acto tiene una estructura cromática muy atrevida. Y vamos a evitar que suene a música de banda, hay pasajes como el banquete del 2º acto en que es fácil caer en lo banal”.
Por último, ojo a la soprano Anna Pirozzi en el papel de Odabella, la virgen que seduce a Attila para matarle y así vengar a su padre. La cantante napolitana debuta tanto en el Liceu como en el papel, en que lo da todo ya en su primera aria. “Odabella como Abigail y Lady Macbeth son mis caballos de batalla, he nacido para esos papeles que requieres resistencia, mi voz se adapta bien. Y es una ocasión para mostrar toda mi italianidad”. Completan el reparto el también ruso Vasily Ladyuk (el general romano Ezio) y Josep Bros como Foresto, el prometido de Odabella.
“La haremos íntegra, con todas sus cabalette: el gran reparto lo permite”, dice la batuta Speranza Scappucci