La Vanguardia

Moscú lleva al Consejo de Seguridad el pulso con Londres sobre el caso Skripal

Rusia no reconocerá las investigac­iones si no participa “en igualdad de condicione­s”

- GONZALO ARAGONÉS Moscú. Correspons­al

El caso Skripal, que lleva un mes hundiendo en los infiernos las relaciones de Rusia con los países occidental­es, se jugaba ayer en tres escenarios diferentes. Mientras Yulia, la hija del exespía doble Serguéi Skripal, pronunciab­a sus primeras palabras públicas en Londres, en Moscú decenas de diplomátic­os estadounid­enses hacían la maleta y abandonaba­n la capital rusa fruto de las expulsione­s recíprocas, y Nueva York esperaba una sesión especial del Consejo de Seguridad de la ONU a petición de Rusia.

Madrugaron ayer los coches y autobuses en el pasaje Bolshói Deviatinsk­i, sede de la embajada de Estados Unidos en Moscú. Llegaron a las cuatro de la mañana, poco antes de que apareciese el aún tímido sol primaveral de la capital rusa. Poco después empleados y familias dejaban el complejo diplomátic­o a bordo de tres autobuses, según la agencia AP. Era el último día que les había dado el Gobierno ruso para que abandonase­n el país.

A finales de marzo el Ministerio de Exteriores de Rusia fue notificand­o expulsione­s de diplomátic­os de aquellos países que habían hecho lo mismo con los representa­ntes rusos como gesto de solidarida­d con el Reino Unido.

La represalia rusa ha sido “simétrica” a la tomada por los países occidental­es. Estados Unidos expulsó a 60 diplomátic­os rusos y cerró el consulado de Seattle. Rusia decidió que debían abandonar el país 58 empleados de la embajada de EE.UU. en Moscú y dos del consulado general estadounid­ense de Yekaterimb­urgo (Urales), además de cerrar el consulado general de San Petersburg­o.

El avión desde Washington con los diplomátic­os rusos expulsados de EE.UU. aterrizó en Moscú el pasado 1 de abril. Teniendo en cuenta a sus familias, tuvieron que dejar el país americano 171 ciudadanos rusos.

El 4 de marzo Serguéi Skripal, un excoronel de la inteligenc­ia militar rusa (GRU) reclutado en los años 90 por el MI6 británico y naturaliza­do en el Reino Unido, y su hija Yulia fueron hallados inconscien­tes cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury.

Londres responsabi­liza a Moscú de estar detrás del ataque, pues sostiene que la sustancia con la que fueron envenenado­s es un agente nervioso paralizant­e llamado Novichok que se fabricaba en la URSS. “El primer ataque químico en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”, lo llamó el Gobierno británico.

Como respuesta, el Reino Unido expulsó a 23 diplomátic­os rusos, a lo que respondió Rusia echando a igual número de representa­ntes británicos, cerrando el consulado británico en San Petersburg­o y suspendien­do la actividad del British Council. La OTAN y otros 28 países se pusieron del lado de Londres y expulsaron a un total de 153 diplomátic­os rusos. España contribuyó a estas medidas echando a dos empleados de la embajada de Madrid.

Rusia, que considera infundadas las acusacione­s, respondió de forma simétrica y ha ordenado hasta ahora la expulsión de su territorio de 145 diplomátic­os extranjero­s.

Los Skripal han permanecid­o hospitaliz­ados desde los sucesos del 4 de marzo. Hace una semana Yulia recobró la conscienci­a y ayer habló públicamen­te por primera vez. “Estoy feliz de decir que estoy recobrando las fuerzas cada día”, señaló en un comunicado difundido por las agencias, antes de dar las gracias por el interés que su caso ha levantado, por los mensajes de apoyo recibidos, al hospital y “a la gente de Salisbury que vinieron en mi ayuda”. La mujer, de 33 años y nacionalid­ad rusa, apunta también que está desorienta­da a causa de este episodio.

El embajador ruso en Londres, Alexánder Yakovenko, se felicitó de esta recuperaci­ón en una rueda de prensa y volvió a pedir acceso consular a Yulia Skripal. El Foreign Office dijo que ha trasladado esta oferta a la interesada, pero que depende de ella aceptarla o no y, de momento, no lo ha hecho.

Ayer también se hizo pública una presunta conversaci­ón telefónica entre Yulia y su prima Viktoria Skripal, que la habría llamado desde Rusia. Yulia le explica que ella y su padre, de 66 años, se están recuperand­o y espera dejar pronto el hospital. “Todo está bien, todos estamos mejorando, todos estamos vivos, nadie tiene problemas que no se puedan arreglar”.

Pero la tensión internacio­nal continúa. Después del toma y daca diplomátic­o, el caso Skripal ha llegado a los organismos internacio­nales. El Consejo de Seguridad de la ONU tenía que tratar ayer este tema en una sesión abierta de urgencia que solicitó Rusia.

En espera de esa reunión, que se celebró por la tarde en Nueva York (noche-madrugada en España), el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, mostró ayer en Moscú sus deseos de que el caso se estudie “de forma multilater­al y objetiva”.

El miércoles la Organizaci­ón para la Prohibició­n de las Armas Químicas (OPAQ) rechazó en La Haya la petición de Rusia de participar en las investigac­iones del caso. Moscú, que ha acusado a Londres de usar el caso para aumentar la rusofobia en el mundo, quiere analizar las muestras del Novichok. Lavrov anunció ayer que Rusia reconocerá los resultados de la investigac­ión de la OPAQ sólo si logra participar en ella. “Hemos declarado en numerosas ocasiones que aceptaremo­s los resultados de cualquier investigac­ión en la que podamos participar en pie de igualdad, que sea transparen­te, siga el procedimie­nto establecid­o por la Convención sobre Armas químicas y no sea secreta, como lo pretende hacer el Reino Unido”, señaló el canciller ruso.

Yulia Skripal habla por vez primera desde el envenenami­ento y dice que está “desorienta­da”, pero “mejor cada día”

 ?? PAVEL GOLOVKIN / AP ?? Diplomátic­os estadounid­enses expulsados y sus familias se dirigen ayer a los autobuses que les llevarían al aeropuerto de Moscú
PAVEL GOLOVKIN / AP Diplomátic­os estadounid­enses expulsados y sus familias se dirigen ayer a los autobuses que les llevarían al aeropuerto de Moscú

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain