La reina Letizia vuelve a la normalidad tras el tsunami del vídeo
La Reina acude a unas jornadas sobre el tratamiento informativo de la discapacidad
Letizia no había pasado tanto tiempo en pantalla ni sumando todos los años que trabajó en televisión. Dos días después de que su imagen interponiéndose entre la reina Sofía y sus dos hijas y el fotógrafo de la Zarzuela haya ocupado toda la parrilla televisiva, la Reina volvió a la calle para acudir junto a la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, a la celebración de una jornada en la que se trataba del tratamiento informativo de la discapacidad.
Vestida de forma discreta con pantalón y jersey negros y chaqueta de cheviot, la Reina trató de recuperar la normalidad institucional. La jornada se celebró en la sede de la Organización Médica Colegial, situada en una placeta frente al Congreso de los Diputados. Dos docenas de personas se habían reunido atraídas por la presencia de los medios de comunicación, que habían duplicado sus efectivos habituales para captar la primera imagen de la reina Letizia tras el tsunami. El coche oficial la dejó a escasos metros de la entrada del edificio donde la esperaba Dolors Montserrat, quien en repetidas ocasiones ha valorado muy positivamente la implicación de la Reina en temas de salud y alimentación. Dentro del edificio, les esperaban los participantes de la jornada que
Una mujer lanzó silbidos contra la Reina, a la que llamó a gritos “floja”, “antipática” y “maleducada”
tenía por objetivo elaborar un conjunto de recomendaciones para los medios de comunicación, entre ellas no equiparar discapacidad y enfermedad, evitar el sensacionalismo, generar noticias con impacto positivo que contribuyan a la inclusión y utilizar como interlocutores a los protagonistas, no a sus familias. También expusieron sus experiencias cuatro profesionales con discapacidad: el medallista paralímpico con parálisis cerebral Álvaro Galán; el atleta Dionibel Rodríguez y las periodistas Eva González y Nuria del Saz, primera presentadora ciega de televisión en España. Todos coincidieron en la necesidad de dejar de suscitar interés únicamente por su discapacidad y no ser tratados ni como enfermos, ni como superhéroes.
Después de dos horas, la Reina volvió a salir a la calle y en el momento de subir al coche escuchó los silbidos de una mujer joven que, voz en grito, la increpó tildándola de “antipática”, “floja” y “maleducada” para poco después dirigirse a las cámaras de televisión con el fin de que le hicieran una entrevista.