La plenitud de Piqué
“Ahora mismo es el mejor central del mundo”, asegura Carles Puyol
Carles Puyol va poco al Camp Nou. Prefiere seguir los partidos del Barça por televisión. Desde que se retiró, hace ya cuatro temporadas, se ha dejado ver en ese estadio que un día fue suyo en dos ocasiones. La primera en un partido intrascendente acompañando a Zvonimir Boban, la segunda, el pasado miércoles. En los prolegómenos del partido le entregó a Messi a pie de césped un cuadro conmemorativo por sus 100 goles en la Champions. Puyol era el capitán cuando el argentino metió el primero. El exjugador, a punto de cumplir los 40 años, se sentó en el palco poco después y vio el partido junto a su pareja, Vanesa Lorenzo. No fue la mejor función de los azulgrana pero Puyol disfrutó en especial con la actuación de su compañero y amigo Gerard Piqué, su pareja de baile en aquel Barça esplendoroso. “Ahora mismo Piqué es el mejor central del mundo”, dice Puyol en conversación con La Vanguardia. Contra los italianos completó 14 recuperaciones y marcó un gol. Lleva 12 en la Copa de Europa. Y es defensa, como todo el mundo sabe.
“Se le ve pletórico –valora Puyol–. Está en la edad perfecta y físicamente se encuentra muy bien. Es muy inteligente, siempre lo fue, pero ahora se le nota más. Sucede lo mismo con su liderazgo, lo ha tenido desde que llegó pero ahora manda sobre toda la defensa y eso da un plus”. No ha evolucionado solo en ese aspecto el de Barcelona: “Ha mejorado en colocación, pierde muy pocas veces la posición y sabe leer como pocos las jugadas para anticiparse a ellas. Nunca va a lo loco. Se le ve más responsable, eso se adquiere con el tiempo y la edad (tiene 31 años) y con él es esa progresión es muy evidente”.
Las legendarias broncas del de La Pobla de Segur para evitar las aventuras de Piqué al ataque no se producirían en la actualidad. “Ahora selecciona sus subidas mucho mejor. Igual sube solo una vez al ataque pero tiene un don, un intangible que tienen pocos jugadores. Se llama instinto goleador y le hace estar en el momento y el espacio justos para acertar la trayectoria del balón. Contra el Roma pasó, subió una y la metió”.
Puyol desmiente que a Piqué le falte velocidad. “No es lento. Sucede que por su envergadura los primeros pasos no son de una gran explosividad pero ya en velocidad es rápido. Ese inicio de arrancada lo compensa con una lectura privilegiada para adelantarse a las jugadas”. Ese peculiar instinto lo aplica también en su
vida personal, controvertida para muchos aunque para su amigo no haya motivos. “Tiene todo el derecho a opinar. Nunca le falta el respeto a nadie cuando lo hace”. No hace falta decir que Puyol no es imparcial. Ambos siguen siendo íntimos pese a verse menos últimamente. Lo suficiente, eso sí, para montar algún negocio juntos. Detrás de la bebida ‘426 Miles’, el primer isotónico natural según reza su promoción, están ellos dos convertidos en empresarios. ¿Qué hace Puyol ahora? Pues profundizar en esa faceta y ser embajador de la UEFA, la FIFA y la Liga. No viaja tanto como cuando era futbolista, pero casi.
Es obligatorio preguntarle al gran capitán como ve al Barça. La respuesta gustará al barcelonismo. “Al equipo lo veo muy bien. Con balón es reconocible y mantiene la idea y sin balón se junta y repliega en un 4-4-2 que le hace muy sólido. Veo a los jugadores convencidos de lo que hacen. El entrenador debe adaptarse a sus características y es lo que Valverde está haciendo”.
Después llegará el Mundial. “España es una de las favoritas pero hay que ver cómo llegan al momento decisivo los jugadores clave. Y falta mucho todavía”.