La convención del PP arranca lastrada por las sospechas sobre Cifuentes
Cruce de acusaciones entre el rector de la Juan Carlos y el director del máster, mientras la presidenta madrileña culpa a la universidad
El director del posgrado, Enrique Álvarez Conde, abrió una convulsa jornada acusando al rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Javier Ramos, de haberle ordenado falsificar actas relativas al máster de Cristina Cifuentes. Este lo negó. El caso Cifuentes marcará la convención del PP que arranca hoy en Sevilla, con presencia de la presidenta madrileña.
“Parecemos el Atleti”. Era el lamento de un dirigente del PP llegado a Sevilla ayer al mediodía para asistir a la convención nacional del PP, que se inició por la tarde y se prolongará durante el fin de semana, convocada desde enero y que tiene lugar en medio de dos hechos que ha puesto patas arriba el cónclave popular: la decisión de la justicia alemana de no extraditar a Carles Puigdemont por el delito de rebelión, y el escándalo del máster de Cristina Cifuentes, con nuevas noticias que ponen más difícil la situación política de la presidenta madrileña.
El lamento del dirigente popular ponía sobre la mesa la impotencia de quienes han preparado con mucho esfuerzo una convención que debería servir para “un rearme ideológico del PP” –que le permita relanzarse ante el auge de Ciudadanos–, pero que con lo ocurrido con Cifuentes todos eran conscientes de que ya podían hacer lo que hicieran, que la convención ya estaba perdida, porque el protagonismo se lo llevaría ella.
“Parecemos el Atleti”, porque al equipo de fútbol madrileño se le conoce como el pupas desde que en 1974 perdió la final de la Copa de Europa en un partido que le empató el Bayern de Munich en el último minuto de la prórroga, cuando el triunfo madrileño ya se daba por hecho, y obligó a celebrar después otro partido que perdió ampliamente. El pupas, pues, porque si algo le puede salir mal, le sale mal, como ha demostrado a lo largo de la historia. Pues al PP igual. Y si algo podía salir mal en esta convención, pues ha ocurrido, y ahí está la situación de Puigdemont y, sobre todo, el máster de Cifuentes para que el mensaje que quieren hacer llegar no sea posible.
Cifuentes captó la atención desde antes de llegar a Sevilla. Cuando se supo en qué AVE viajaba, la estación de Santa Justa se llenó de cámaras de televisión. El rector de la Universidad Rey Juan Carlos acababa de poner en entredicho la versión de expresidenta, que volvió a comparecer en rueda de prensa ante los medios de comunicación para reafirmarse en su versión, para insistir en que ella presentó su trabajo fin de máster, y subrayar que no dimitirá como presidenta de Madrid: “No he mentido y no he cometido ninguna ilegalidad”.
La presidenta madrileña, que no tiene que intervenir en la convención hasta hoy por la tarde, se convirtió en la protagonista de la sesión inaugural, con las cámaras pendientes de si Cifuentes y Mariano Rajoy se cruzaban y se saludaban. Y el presidente la saludó, la besó, y ella se abrazó. También lo hicieron otros dirigentes populares. Cifuentes puede decir que cuenta con el apoyo de partido. Un apoyo que se mantiene en público, algún dirigente más convencido que otro. María Dolores de Cospedal sin dudarlo. En la inauguración del cónclave lo dejó claro: “Hay que defender lo nuestro y a los nuestros”, dijo en un mensaje que se interpretó de apoyo incondicional a la presidenta madrileña, en el que subrayó que “somos el adversario a batir” y mostró su sorpresa porque se conviertan en “temas de actualidad” cuestiones que, a su juicio, no merecen la pena que estén abriendo los telediarios. “Tratan de desacreditarnos”, dijo, a la vez que denunció “el juego sucio”. Sin embargo, en privado, ayer cada vez más dirigentes del PP creen que la presidenta madrileña está en la cuerda floja y que el caso sólo se solucionará con la su dimisión.
Pero eso no pasará. La presidenta madrileña intentó zanjar en una rueda de prensa antes de empezar la convención las novedades ofrecidas por el rector de la Universidad Rey Juan Carlos, que viene a decir que no se encuentra nada que demuestre que Cifuentes hizo el trabajo que ella asegura que entregó y expuso ante el tribunal.
Cospedal muestra un apoyo sin fisuras a la dirigente regional: “Hay que defender lo nuestro y a los nuestros”
“Yo no voy a dimitir porque no he cometido ninguna ilegalidad y no he mentido”, dijo de nuevo Cifuentes, para quien si la universidad ha cometido alguna irregularidad es su problema, y no el de ella. “Yo he dicho la verdad, no he mentido”, insistió. “Cursé un máster en el curso 2011-2012. Me matriculé, pagué la matrícula, cursé las asignaturas y presenté mi trabajo fin de máster y lo he acreditado con documentación oficial que acredita que cursé y terminé el máster”.
Así pues, el PP se tiene que ocupar de lo inmediato en vez de poder hablar de futuro. Para eso se convocó la convención, que se inauguró con un vídeo que incluía un mensaje que ayer se podía interpretar de otra forma: “Nos duele cuando el partido sufre”.