Rafa Cabrera se hace mayor
El canario, 22.º del ranking, se asoma a la élite en un ‘grande’ por segunda vez
Tantas veces eclipsado por Sergio García (9.º del ranking) y por Jon Rahm (3.º), cuando el canario Rafael Cabrera Bello (22.º) dijo en la previa del Masters que se veía capaz de ganar a cualquiera – “Si juego bien y me entran los putts puedo estar en la pelea el domingo”–, sus palabras sonaron a bravuconada. Pero sus golpes le han dado la razón: por méritos propios, Rafa, 33 años, profesional desde el 2005, se ha colado entre la élite en un grande. Por segunda vez. Tras el 4.º puesto en el Open Británico 2017, Cabrera aspira en Augusta a dar el salto definitivo en un major.
El de Maspalomas, donde creció junto al campo de golf como su hermana Emma –también profesional–, lleva un tiempo avisando de que ya está maduro para las grandes citas, después de 13 años como profesional, en los que sólo ha conquistado tres torneos en el circuito europeo (el Scottish Open, 2017; el Dubai Desert Classic, 2012; y el Open Austriaco 2009) y dos en el Challenge.
Un crecimiento en los dos últimos años que demostró en el pasado Open Británico acabando a 7 golpes de Jordan Spieth, con el diploma olímpico (5.º) en los Juegos de Río de Janeiro y un tercer puesto en el reciente WGC de México (a un golpe de Phil Mickelson).
En su primer día en el Augusta National Golf Club, donde juega por tercera vez, empezó de manera desoladora con bogey (+1) en el hoyo 1 y doble bogey (+2) en el 5. Pero encadenó seis birdies en 10 hoyos que le pusieron en el grupo delantero, con una vuelta de 69 golpes (-3), lo que le situó cuarto de la general a 3 golpes de Jordan Spieth.
“Había pegado buenos golpes y me había dejado algunas opciones de birdies en esos primeros hoyos. No estaba teniendo suerte con el resultado, pero nada más”, comentaba el golfista canario. La remontada comenzó en el hoyo 8. “Pegué un gran golpe en el 6 y me dejé una buena opción de birdie, después metí un gran putt de birdie en el 7 que me ayudó mucho y por último jugué el hoyo 8 de libro para hacer otro birdie. Allí, en el green, me dije: ‘Perfecto, ya estamos de vuelta…’”. Y pudo cerrar el día codeándose con los Spieth,
ARRANQUE IRREGULAR
Cabrera abría la segunda ronda con cuatro birdies que lo situaban líder, pero un doble bogey lo hundía
Finau, Kuchar o McIlroy, con el que empataba en el cuarto puesto con otros cinco al término del primer día.
En la segunda ronda, ayer, Cabrera logró auparse a la primera posición provisional al llegar a la mitad del recorrido con -1, para un total de -4, gracias a cuatro birdies en la primera vuelta. Pero tres bogeys y un doble bogey (+3) en la segunda le relegaron a la mitad de la clasificación con un +1 final que le permite superar el corte.