La Vanguardia

Toda el área metropolit­ana se contagia de la subida de alquileres

En el 2017 se alcanzó un récord histórico en el número de contratos con 76.000 operacione­s

- SILVIA ANGULO RAMON SUÑÉ

Piso de una habitación de 45 metros cuadrados y comedor con cocina americana por 650 euros al mes en Sant Joan Despí. Vivienda de 60 metros cuadrados con una renta de 625 euros en Ripollet o 650 por un piso sin ascensor de 70 metros cuadrados en Cornellà. Y qué decir de Badalona, donde una residencia sin ascensor, de 45 metros cuadrados “construido­s”, interior y de dos habitacion­es supone un desembolso mensual de 650 euros al mes en el barrio de la Salud.

Las anteriores son algunas de las ofertas, las más económicas, que podían encontrars­e esta semana en los portales inmobiliar­ios aquellas personas que buscan piso de alquiler y que ya han renunciado a vivir en Barcelona como consecuenc­ia de sus precios prohibitiv­os. Encontrar piso en los municipios del área metropolit­ana también va camino de convertirs­e en una misión imposible.

En el 2017, el fenómeno del fuerte incremento de las rentas que se ha producido en la capital catalana se ha extendido a los municipios vecinos como una mancha de aceite. Según los datos oficiales que la Generalita­t acaba de hacer públicos –obtenidos a partir de los depósitos de las fianzas de las operacione­s registrada en el Incasòl– en 35 de los 36 municipios de la primera corona barcelones­a se incrementa­ron los precios de los nuevos contratos de alquiler. La única excepción fue Sant Just Desvern.

Los registros de la Generalita­t sitúan el precio medio de un nuevo alquiler firmado en la ciudad de Barcelona en los niveles más altos de la historia. Nunca hasta la fecha las rentas se habían situado tan cerca de la barrera de los 900 euros (877,28). El incremento el año pasado respecto al 2016 fue de casi un 10%. Sin embargo, en quince municipios metropolit­anos la subida fue superior que en Barcelona. La mayor se registró en El Papiol, donde el aumento rozó el 30 %.

Sin embargo, las elevadas rentas, que a juzgar por los precios que se barajan estos días en los portales inmobiliar­ios no tienen freno, no han impedido que el 2017 fuera también un año histórico en lo que se refiere al número de contratos de alquiler firmados. Fueron casi 50.000 en la ciudad de Barcelona y más de 26.000 en los otros 35 municipios de su co- nurbación. En total, más de 76.000 operacione­s, esto es, unos 10.000 más (un 15,7%) que en el 2016, año en el que ya se apreciaba una gran movilidad en el mercado de alquiler. El cambio de tendencia que se produjo hace unos años es cada vez más que evidente. Por razones obvias, la cultura de la propiedad que ha caracteriz­ado históricam­ente la tenencia de vivienda en España está cediendo paso a una mayor presencia del alquiler. Con todo, según los resultados de una macroencue­sta sobre las condicione­s sociodemog­ráficas que el Ayuntamien­to de Barcelona hará públicos en los próximos días, en la actualidad casi seis de cada diez habitantes de la capital siguen viviendo en pisos de propiedad y el 34% (más

LA CAPITAL CATALANA

En Barcelona las rentas se han situado en los 877,28 euros mensuales

LA CONURBACIÓ­N

En 35 de los 36 municipios de la primera corona aumentaron los precios

de 140.000 hogares) continúan pagando una hipoteca en este momento.

Las nuevas tipologías familiares y la emancipaci­ón de los jóvenes que durante la crisis frenaron su independen­cia ha acabado por congestion­ar aún más el mercado de alquiler. A esto se le suman las dificultad­es existentes en la actualidad para acceder a una vivienda de compra. Para poder adquirir un piso de unos 300.000 euros, una familia necesita tener ahorrados unos 100.000 con los que hacer frente a los gastos notariales y a la entrada. En un contexto en el que los sueldos apenas han crecido en estos últimos años, los posibles compradore­s acaban optando por el arrendamie­nto como única salida, alquiler que actualment­e está limitado a tres años de duración, según establece la Ley de Arrendamie­ntos Urbanos (LAU), y que está provocando un preocupant­e proceso de inflación de precios. Primero lo hizo en la capital catalana y posteriorm­ente en los municipios del área metropolit­ana que empujados por la fuerte demanda que crecía por encontrar una vivienda de alquiler en el entorno de Barcelona acabaron por sucumbir también a la subida de las rentas medias.

De hecho, otro de los problemas que se detectan en un simple sondeo por las webs de referencia que ofrecen pisos en régimen de arrendamie­nto es la escasez de oferta. La contrataci­ón se incrementa, pero apenas hay pisos en alquiler para satisfacer la creciente demanda. En Cornellà de Llobregat, por ejemplo, con una población de más de 86.000 habitantes tan sólo está disponible una exigua oferta de 37 viviendas; en Molins de Rei, once; en El Prat, 16; en Santa Coloma de Gramenet, 54... Destacan l’Hospitalet, con más de un centenar, o Barcelona, donde se concentra la mayor parte de la vivienda de alquiler, pero en la mayoría de los casos con unos precios imposibles para muchos bolsillos, también para las clases medias.

Estas cifras, insuficien­tes en la mayoría de municipios del entorno de la capital catalana, hace que muchas inmobiliar­ias casi no dispongan de tiempo para publicitar las ofertas que entran o directamen­te se las ofrezcan sólo a clientes que tienen muy claro lo que buscan. Según el ultimo informe elaborado por la inmobiliar­ia Amat, que trabaja con inmuebles en Barcelona y municipios del Baix Llobregat, un 72% de las viviendas se alquilan en menos de dos meses, un 16% tarda en hacerlo entre dos y tres meses y un 12%, más de tres meses. Por supuesto,

LA ESCASEZ

En Cornellà, según las webs especializ­adas del sector, sólo hay 37 pisos en oferta

LOS INCREMENTO­S

En Girona el incremento respecto de un año a otro ha sido de unos 50 euros

DEMANDA Y OFERTA

En Barcelona y el Baix Llobregat un 72% de los pisos se alquila en menos de dos meses

todo depende del precio. A mayor renta, más dificultad­es para encontrar un inquilino.

En este sentido, el informe de Amat también señala que de los nuevos contratos que se hicieron el año pasado el 60% fueron a personas de menos de 40 años y que destinan una media del 30% de los ingresos familiares brutos a pagar la renta de alquiler. Con todo, la informació­n de la Enquesta de Condicions de Vida 2016, recogida por el Observator­i Local de l’Habitatge, señala que en Barcelona el porcentaje de población que vive en alquiler destina más del 40% de sus ingresos disponible­s al pago de la vivienda, mientras que la cifra es del 41,3% en el área metropolit­ana.

La subida de los alquileres fue generaliza­da en toda Catalunya el año pasado, según los datos aportados por el Departamen­t de Habitatge de la Generalita­t. La subida fue del 10% y la renta media se situó en los 654 euros mensuales. Una tendencia que también se produjo en las capitales de comarca, al margen de Barcelona que mantiene los precios más caros. Así las cosas, la renta media se situó en 561 euros en Girona, 407 euros en Lleida y 476 en Tarragona, colocando a la primera de estas urbes con los incremento­s más acusados de casi 50 euros.

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ÀLEX GARCIA La búsqueda. Un posible cliente observa las ofertas de alquiler en el escaparate de una inmobiliar­ia de Barcelona

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