“Creo que aporto algo trabajando con los músicos legendarios”
Jonathan Wilson, músico, actúa en Razzmatazz
Sus visitas a Barcelona se han ido prodigando con el paso de los años, en diferentes formatos, y lo que hará esta semana Jonathan Wilson no va a ser diferente. El músico estadounidense, que poco a poco ha ido construyéndose un nombre referencial en la escena del folk psicodélico con tirón melódico, no solo acaba de estrenar su tercer álbum (Rare birds, Bella Union) sino que está al frente de las guitarras en la actual y mastodóntica gira de Roger Waters, Us + Them,
que arranca su periplo europeo en Barcelona los próximos viernes y sábado.
Aprovechando la coyuntura, el músico nacido en Carolina del Norte hace 43 años pero afincado en California desde hace tiempo, el también cotizado productor –Father John Misty, Karen Elson, Roy Harper– presentará en exclusiva mañana en la capital catalana (Razzmatazz 3, 20 h) sus nuevas canciones en un concierto organizado por Primavera Sound.
Mañana se le podrá escuchar y ver en la cercanía con sus nuevas canciones, y en unos días como una pieza más en el concierto-espectáculo de Roger Waters.
Sí, era una buena ocasión, porque el
Us + Them comienza aquí y los de Primavera vieron la oportunidad para aprovechar mi presencia. Mi concierto será el primero que haga en Europa de mis nuevas canciones; en realidad, no las he cantado más que tres o cuatro veces en Estados Unidos. Por eso he venido unos días antes para prepararlo, porque estaré acompañado de un cuarteto de cuerda con músicos de aquí que me han preparado los del Primavera.
¿Cómo entró en contacto con Waters?
A través de mi amigo Nigel [Godrich] que le produjo el último álbum a Roger, Is this the life we really want?, el primero que hacía en un cuarto de siglo. Al segundo día de comenzar las sesiones, me llamó diciéndome que necesitaban un guitarrista. Las cosas comenzaron a funcionar bien y mi presencia se fue ampliando, hasta el punto que todo el equipo se acabó trasladando a mi propio estudio, donde se grabó buena parte del álbum. Y de todo eso al fin surgió la amistad. Y la participación en otros proyectos, como esta gira mundial.
¿Tocar en un montaje de estas proporciones es exigente?
De la misma manera que, por ejemplo, los desplazamientos y la logística con Us +Them son muy llevaderos, trabajar en este montaje es muy estresante. Hay mucha gente participando en el mismo, y tú lo tienes que hacer perfecto. A diferencia de lo que pueda hacer yo en mis conciertos, en donde un fallo o una nota fuera de tono queda incluso bien, en lo otro es algo impensable.
En este proyecto en concreto, además de hacer en cierto modo de David Gilmour, los músicos se convierten un poco en actores. Tiene razón, Us + Them tiene bastante de producción de Broadway, es como una troupe de performers
que vamos recorriendo el mundo. Pero en el reparto de papeles, por así decirlo, tengo la suerte de tener una parte bien estructurada y delimitada porque canto los temas que originalmente cantaba Gilmour y puedo improvisar, y no tengo que hacer los solos de guitarra que hacía él; hay otro guitarrista que se encarga de ello, y eso a mí eso me libera mucho. No me interesa; mire, no es mi objetivo en esto de la música tocar lo que otro ya ha tocado.
Pero, ¿dónde acaba el concierto de música y comienza el show? Mire, yo ya llevo hechos 75 shows de esta gira en Norteamérica, y le puedo decir que todas las respuestas de gente que conozco, amigos y familiares incluidos, han sido inmejorables. Es toda una experiencia. Y además no podemos olvidar que Waters fue un pionero en esto, en la introducción de los visuales y las imágenes en un concierto de rock, y en este sentido, para mí es estar con un maestro.
¿Se siente un intruso cuando comparte escenario con glorias como Crosby, Stills & Nash, The Band o Jackson Browne?
No me siento como alguien que entra en terreno ajeno. Trabajando con clásicos, músicos legendarios creo que puedo aportar algo a la mesa a la que me siento con ellos, como fe en mi trabajo y positividad. Y creo que ellos me aceptan como uno más de ellos, trabajando en lo mismo, trabajando en la música.
Hablando de música, ¿la de Pink Floyd le influyó mucho?
¡Por supuesto! Cuando era joven ellos me hablaban incluso más que los Beatles o los Stones. Slow tempos, voces muy cool, prolongadas estructuras melódicas... fueron una influencia subconsciente que allí se quedó allí siendo adolescente y que creo que en mis álbumes anteriores [Gentle spirit y Fanfare]se pueden percibir.
Precisamente en el disco que ahora va a presentar hay cambios en su sonoridad; ya no es tan folkie, se abre a otros paisajes, ¿no?
No quiero ni puedo seguir haciendo siempre la misma cosa. Pare mi hubiera sido un fracaso seguir tocando la guitarra acústica, con la imagen del músico folkie de Laurel Canyon y demás. Tenía que encontrar otra cosa, tenía que ser un sonido que saliera dentro de mí. Y me di cuenta de que yo crecí, me hice, en los ochenta y los noventa, con la música de Mike and The Mechanics, Duran Duran, Talk Talk, con sintetizadores y drum machines. Y paralelamente comencé a descubrir los sonidos de los sesenta , Beatles, Kinks y esa onda. Y de ese encuentro salieron las canciones de Rare birds.
Como productor, reconocido y de éxito, ¿cómo se siente trabajando para otros?
Siempre lo he hecho para gente con la que me identifico y con la que aprendo e intercambio. Lo veo sobre todo como experimentaciones: trabajo para ellos pero en realidad lo hago para mí, experimentando cosas nuevas o diferentes.
INFLUENCIAS “Yo crecí escuchando a Mike and The Mechanics, Duran Duran o Talk Talk”
AGENDA APRETADA Además de presentar su nuevo disco, toca en la gira ‘Us + Them’ de Roger Waters