El Rey reivindica en Barcelona la imparcialidad de los jueces
Felipe VI reconoce la “dificultad” y la “responsabilidad” de su función Lesmes defiende el Estado de derecho ante “los intentos de menoscabarlo”
Entrega de despachos. El Rey entregó los despachos de la 67.ª promoción judicial en un acto sin autoridades catalanas. Felipe VI estuvo acompañado por el presidente del Supremo, Carlos Lesmes, y el ministro de Justicia, Rafael Catalá.
El Rey ofreció ayer a los jueces, a los de ejercicio representados por la cúpula judicial y a lo que se incorporan a la carrera tras salir de la Escuela Judicial, “la confianza y apoyo de la Corona. Reivindicando “la independencia e imparcialidad de los jueces”, el jefe del Estado aseguró que su tarea es “la garantía última de los derechos y libertades” y “factor esencial para el respeto de la ley” en el marco de la Constitución.
El rey Felipe estuvo ayer en Barcelona para presidir el acto de entrega de los despachos de la 67.ª promoción de la carrera judicial, que tuvo lugar en L’Auditori. En el acto estuvieron presentes el presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes; el fiscal general del Estado, Julián Sánchez Melgar, y la directora de la Escuela Judicial, Gema Espinosa. Por primera vez no estuvieron presentes representantes políticos, tampoco asistió ninguna autoridad catalana, y la representación institucional corrió a cargo del titular de Justicia, Rafael Catalá, presente como ministro de jornada acompañando al Rey.
En su segunda visita a Catalunya en lo que va de año, Felipe VI defendió la labor de los jueces en unos momentos de especial confrontación entre la judicatura y los representantes del independentismo catalán. El pasado jueves un tribunal alemán asestó un duro golpe al cuestionar la acusación por rebelión al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, dictada por el magistrado del Supremo Pablo Llarena, presente en este acto en el que participaba su esposa dado que es la directora de la Escuela Judicial.
Consciente de la presión a la que son sometidos los jueces como Llarena en el desempeño de sus funciones, Felipe VI, sin hacer ninguna apelación directa al magistrado, reconoció “la dificultad que entraña el ejercicio de la función jurisdiccional y la gran responsabilidad que comporta”. El discurso del Rey estuvo plagado de referencias a la ley y la Constitución como “norma fundamental que guía las decisiones de los jueces”. El Monarca quiso destacar de forma especial la independencia y la imparcialidad de la magistratu- ra, cuya actuación “siempre vela por el bien común de todos los ciudadanos”.
El apoyo a la labor jurisdiccional también vino de parte del presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes, que reivindicó sus actuaciones en un contexto de cuestionamiento de las resoluciones judiciales. “Los jueces están respondiendo con la necesaria firmeza a los desafíos que se nos están presentado en unos momentos especialmente convulsos y complicados. Desde el más firme respeto a la legalidad, con gran profesionalidad y entrega, están defendiendo el Estado de derecho ante cualquier pretensión de menoscabarlo”, manifestó. Lesmes hizo un discurso que expresaba de nuevo el profundo malestar de la judicatura a propósito de los postulados de los independentistas de desobedecer las órdenes de los jueces. Ayer, volvió a resaltar que las resoluciones que dictan los magistrados “son la voluntad de la mayoría en un Estado democrático como el nuestro”. Y apostilló: “No lo olvidemos”.
El juez Llarena se encontraba también presente en el acto y fue uno de los protagonistas del acto.
Ningún representante político estuvo en la entrega de despachos a los nuevos jueces
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, acompañó a Felipe VI en la ceremonia
Antes de empezar la entrega de diplomas, los asistentes, entre los que había jueces y magistrados provenientes de audiencias provinciales y algunos compañeros en el Supremo, le arroparon y le brindaron todo su apoyo en unos momentos en los que las tesis del magistrado son cuestionadas en Alemania. Hubo quienes incluso se fotografiaron con el magistrado y también se le vio conversando de forma cordial con el comisario jefe de los Mossos, Ferran López, a quien interrogó a finales de febrero como testigo en el marco de la causa contra los líderes del 1-O.
En una conversación informal con los periodistas, el magistrado Llarena se mostró confiado de que sus tesis acabarán superando el filtro de la justicia alemana dejando entrever que moverá ficha para reconducir la situación sobre la entrega del expresident Puigdemont.
Como ocurrió con Llanera y el comisario López, en el acto de ayer se vieron las caras autoridades en litigio en el plano judicial. En este caso el protocolo situó al número dos de la policía catalana, Miquel Esquius, junto al jefe de la policía judicial de la Guardia Civil de Catalunya, Daniel Baena, encargado de redactar los informes judiciales sobre la actuación de los Mossos el 20 de septiembre y el 1-O, que constituyen la principal prueba de cargo contra el mayor Josep Lluís Trapero, imputado por sedición y organización criminal.
Como es habitual, el acto finalizó con la foto de familia entre la nueva promoción de jueces y el jefe del Estado.
Antes de regresar a Madrid, el Rey mantuvo, en el palacete Albéniz, su residencia oficial en Barcelona, un almuerzo privado con representantes del mundo empresarial con el fin de intercambiar impresiones sobre la situación que está atravesando Catalunya. Al encuentro acudieron presidentes y responsables de grandes compañías en España, representantes del empresariado catalán y otras personalidades del ámbito económico. Todos ellos asistieron a la cita a título individual.
Entre los presentes se encontraban Josep Oliu (Banc de Sabadell), Salvador Alemany (Abertis), Luca de Meo (Seat), Francisco Reynés (Gas Natural), Josep Maria Serra (Catalana Occidente), Rafael Fontana (Quatrecases), José Creuheras (Planeta), Juan José Bruguera (Cercle d’Economia), Miquel Valls (Cambra de Comerç) y Joaquín Gay de Montellà (Foment del Treball).
El almuerzo se desarrolló en un clima de gran cordialidad, en una conversación abierta en la que participaron todos los comensales. El encuentro se produce en el marco de los contactos que el Rey mantiene con actores de la sociedad civil a fin de conocer sus puntos de vista y opiniones acerca de la cuestión catalana, que, según asistentes a la comida, Felipe VI considera de máxima prioridad.
ALEMANIA
El juez del Supremo confía en que podrá reconducir la entrega de Puigdemont
ALMUERZO
El Monarca mantuvo un encuentro con empresarios catalanes en el palacete Albéniz