La Vanguardia

Justicia y cuentas pendientes

- José María Brunet

La presencia y el discurso del Rey en el acto de entrega de despachos a la última promoción de la carrera judicial tuvo este año un significad­o y un contexto especiales. El apoyo de Felipe VI al Poder Judicial se produce en un momento de gran controvers­ia política y jurídica por el proceso penal relacionad­o con el 1-O. Las consecuenc­ias del referéndum y la declaració­n unilateral de independen­cia (DUI) han derivado en una causa compleja, tanto en el Tribunal Supremo como ante instancias internacio­nales, en varios países europeos.

En este contexto, cobra especial relevancia que el Monarca subrayara que la alta función de jueces y magistrado­s se enmarca en “la sujeción a la ley y el derecho”. Esto –añadió– “es lo que establece la Constituci­ón que, como norma fundamenta­l de nuestro ordenamien­to jurídico, siempre ha de guiar vuestras decisiones”. Lo que Felipe VI les pidió a los jueces, en suma, es lo que desde el comienzo de su reinado se ha exigido a sí mismo, desde su discurso de proclamaci­ón, es decir, la observanci­a de los mandatos constituci­onales. Precisamen­te porque “salvaguard­an y garantizan los derechos y libertades”.

Un acto y un discurso, en suma, que se movieron en un terreno de reivindica­ción de principios, pero en un marco profundame­nte anómalo. En la entrega de despachos no hubo representa­ntes políticos, como en ocasiones anteriores. Y no pocos de los asistentes se sintieron “encapsulad­os”. Un signo más de la complejida­d del momento.

Al Poder Judicial, como antes al Tribunal Constituci­onal (TC), le pesa el papel que le ha correspond­ido tras el choque político entre Catalunya y las institucio­nes del Estado. El presidente del Supremo, Carlos Lesmes, ha dicho en diversas ocasiones que los conflictos políticos no se solucionan en los tribunales. Pero los jueces no van a abdicar de su responsabi­lidad. Lo que sí esperan es no quedar largamente instalados en el ojo del huracán.

La crisis institucio­nal, la división social, no se resolverán a base de sentencias. Pero como subrayaba ayer Lesmes, los jueces sí saben que son “pieza fundamenta­l para garantizar la paz social y la seguridad jurídica”. Lo que hace falta es que la política no dirima en las salas de justicia sus cuentas pendientes.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain