Torrent convoca la investidura de Sànchez con la mayoría en el aire
Puigdemont mantendrá la delegación de voto y ERC estudia pedirla para Comín
El presidente del Parlament, Roger Torrent, puso ayer fecha al segundo intento para hacer president a Jordi Sànchez. El pleno de investidura está programado para el viernes 13 de abril, pero la confianza de la Cámara en que este debate vaya a celebrarse es escasa. Persiste la duda de que el Tribunal Supremo deje salir al candidato de prisión para participar en él, como ya ocurrió el mes pasado, y, como muestra de ello, varios diputados admiten que no piensan cancelar sus reuniones y actos agendados para el próximo viernes porque “no habrá pleno”.
Aun así, en el hipotético caso de que el juez Pablo Llarena permita que Sànchez acuda al pleno, la mayoría parlamentaria para investirlo president no está asegurada aún. Los grupos independentistas quieren intentar de todos modos la elección del exlíder de la ANC y jugar la baza del Comité de Derechos Humanos de la ONU, que hace dos semanas comunicó que la denuncia de Sànchez ha sido admitida a trámite y en el acuse de recibo reclama que España proteja sus derechos políticos mientras estudia la denuncia y emite un dictamen definitivo.
El grupo parlamentario de Junts per Catalunya interpreta que este pronunciamiento es significativo y ayudará en la defensa de los líderes soberanistas presos. Además, pretenden poner en un aprieto al Tribunal Supremo, ya que, aunque los pronunciamientos de este Comité no son vinculantes, la imagen de España quedaría dañada si no cumple con ellos, afirma la mayoría independentista.
Este es el argumento que utiliza Torrent en la carta que ayer remitió al Supremo, en la que insta al tribunal a permitir que el número dos de Junts per Catalunya participe en el debate de investidura. Torrent sostiene en la misiva que el Estado español “estaría incumpliendo sus obligaciones internacionales” si no deja que Sànchez se persone en el pleno.
El juez Llarena decidirá esta semana si permite su salida, algo que parece improbable dadas las medidas adoptadas por el magistrado con anterioridad. Mientras la decisión llega, la mayoría independentista intenta cuadrar los números para la votación de la investidura sin el apoyo de la CUP y con Carles Puigdemont y Antoni Comín manteniendo sus escaños.
Sin los anticapitalistas, el candidato de Junts per Catalunya podría ser investido en segunda vuelta siempre que este grupo y ERC cuenten con todos los votos de sus diputados, que suman la mayoría simple. El grupo de Carles Puigdemont sostiene que su líder mantendrá la delegación de voto. Interpretan que la situación del expresident así lo permite, ya que sobre él pesan medidas cautelares y no puede abandonar Alemania.
ERC estudia solicitar también el voto delegado para Comín, una petición que podrían llevar hoy a la Mesa del Parlament. O logran ese voto delegado del exconseller de Salut o tendrán que forzar su renuncia a su escaño, como hicieron por iniciativa propia Marta Rovira o Carme Forcadell, para que corra la lista y así dar entrada a un diputado que pueda ejercer sus funciones sin ataduras. Pero Comín, de momento, se aferra con fuerza a su acta de diputado.
Ciutadans y el PP intentarán torpedear esta estrategia de los grupos independentistas e impedir que Puigdemont y Comín puedan votar en los plenos. “Seguiremos defendiendo por todas las vías que un fugado de la justicia española no puede delegar el voto”, sostienen desde el grupo de Inés Arrimadas.
Por su parte, los populares ya han anunciado que presentarán una solicitud para que el Parlament
JxCat sostiene que el expresident puede votar porque sobre él pesan medidas cautelares
retire la delegación de voto del expresidente, una decisión que aprobó la mayoría soberanista de la Mesa la semana pasada pese al criterio en contra de los letrados de la Cámara. “Si quiere votar se ha de entregar a las autoridades españolas en Alemania, y entonces la delegación de voto tendrá sentido”, subrayó el presidente del PP catalán.
El PSC, en cambio, no recurrió la semana pasada la decisión de la Mesa de admitir la delegación de voto de Puigdemont y es probable que tampoco lo hagan en caso de que Comín se acoja a esta vía. Los socialistas catalanes consideran que el Tribunal Constitucional ya se pronunció al respecto, impidiendo esta opción para el expresident.