Alemania insiste en que el conflicto catalán debe resolverse en España
La ministra de Justicia explicó a Catalá “el malentendido” sobre sus declaraciones
El Gobierno de Alemania reiteró ayer la postura sobre la crisis catalana que mantiene desde los inicios –es decir, un asunto interno español cuya solución debe buscarse en el marco de la Constitución–, al tiempo que se esforzaba por quitar hierro a las polémicas opiniones de la ministra de Justicia, Katarina Barley, sobre el auto del Tribunal de Schleswig-Holstein.
“Hemos expuesto muchas veces la postura del Gobierno alemán, y puedo confirmar que es una postura que no ha cambiado –dijo en una rueda de prensa rutinaria Steffen Seibert, portavoz del Ejecutivo de Angela Merkel–. Estamos convencidos de que el conflicto en Catalunya debe resolverse dentro del orden legal y constitucional español”.
Seibert recordó que “España es un Estado democrático”, y se limitó a expresar los deseos del Ejecutivo de coalición de conservadores y socialdemócratas de que “dentro de la política española haya movimiento, pero esto lo dejamos a España y a sus actores políticos y su orden constitucional”. El portavoz insistió en que el caso Puigdemont es “un proceso que está en manos de la justicia y sigue las reglas de una euroorden de detención y entrega”.
En la misma comparecencia, el portavoz del Ministerio de Justicia, Piotr Malachowski, aseguró que las opiniones de la ministra Katarina Barley sobre la excarcelación de Carles Puigdemont, publicadas por el diario Süddeutsche Zeitung, “no eran declaraciones autorizadas”, y que ella misma habló el domingo con su homólogo español, Rafael Catalá, para “aclarar el malentendido”. Según el rotativo bávaro, Barley dijo que la decisión del Tribunal de Schleswig-Holstein era “absolutamente correcta, la esperaba”, y apuntó que “no será fácil” la extradición a España por malversación, entre otros comentarios.
Esta intervención causó malestar en el Gobierno de Mariano Rajoy, y también en el PSOE, pues Katarina Barley es socialdemócrata. Visiblemente incómodo ante las reiteradas preguntas de los periodistas, el portavoz Malachowski insistió en que Barley “no tomó ni va a tomar postura”. El Süddeutsche Zeitung asegura que esas declaraciones se produjeron en un encuentro confidencial de la ministra con medios alemanes, informa Efe.
En ese mismo diario, la embajadora de España en Alemania, Victoria Morera, publicó una carta al director en la que recuerda que España “es un Estado de derecho democrático” donde “la justicia es independiente”, por lo que “quien viola la ley será llevado a los tribunales, independientemente de que sea un político corrupto o un político insurgente”. La embajadora expresó respeto por “cualquier fallo judicial y también obviamente por la decisión del Tribunal Regional de Schleswig-Holstein”, y recalcó que el auto del tribunal alemán apunta
La embajadora de España recuerda que, para el tribunal alemán, “Puigdemont no es un perseguido político”
que “Puigdemont no es en ningún caso un perseguido político”.
La situación judicial del expresident de la Generalitat está suponiendo una prueba de estrés para las relaciones entre España y Alemania, con ambos Gobiernos extremando el tono y el lenguaje después de las declaraciones –“un tanto desafortunadas”, dijo el titular de Exteriores, Alfonso Dastis– de Katarina Barley. Rajoy se limitó a recordar a la ministra alemana que los gobiernos “respetan y acatan” las resoluciones judiciales, “pero no opinan”.
La jefa del grupo parlamentario del SPD y futura presidenta del partido, Andrea Nahles, corrió ayer a socorrerla, afirmando ante la cadena ZDF que, si Barley dice que no dijo eso, ella la cree. En cambio, el vicejefe del grupo parlamentario, Rolf Mützenich, defendió en el diario económico Handelsblatt que, como la decisión del tribunal era comprensible, la ministra la había elogiado con razón. “Es hora de que el Gobierno español busque una solución política para Catalunya”, concluyó Mützenich.