Tiempo de rematar
Empezando por Roma, el Barça se juega toda la campaña en un tramo clave
Todos los caminos llevan de Roma a las semifinales, salvo desplome mayúsculo. En el Viale dei Gladiatori, dirección donde se ubica el Estadio Olímpico, hay quien confía todavía en una remontada de época del Roma pero si se produce, buena parte de culpa la tendrá el Barça. El equipo blaugrana se presentó ayer, bajo una intensa lluvia, en la capital italiana con la mayoría de ases en la manga para disputar una penúltima ronda de la Champions en la que no está desde el 2015. Ha llegado el tiempo de rematar para los barcelonistas. Desde hoy y hasta el 6 de mayo, cuando recibirá al Real Madrid en el Camp Nou, tiene 27 días por delante en los que puede cerrar la Liga, levantar la Copa y plantarse en la final continental.
La campaña hasta el momento es ideal para el equipo de Ernesto Valverde. Cualquiera lo habría firmado en agosto, cuando se cernían negros nubarrones sobre el proyecto blaugrana. El equipo no conoce la derrota ni en Europa ni en la Liga, el técnico ha sabido interpretar lo que requería la plantilla y la combinación ha funcionado. Pero queda aún lo mejor y también lo más difícil, la hora de transformar en títulos el trabajo del curso.
“Aún no hemos ganado nada. Sólo nos centramos en el partido en Roma. La Liga está aparcada”, insistió ayer de forma machacona un Valverde aún más precavido de lo habitual.
De poco habrá servido lo anterior si en las próximas semanas el Barça no agranda su historial. Empezando por hoy. Delante tendrá el Barcelona a un adversario herido, que se vio golpeado en el Camp Nou de forma un punto exagerada, que cayó el sábado en la Serie A y que se ha visto atrapado por el rival ciudadano, el Lazio. El público les silbó pero hoy se espera lo contrario. Las entradas puestas a la venta se agotaron en ocho horas el 22 de marzo, cuan- todavía no se había producido el 4-1 de la ida.
En tierra de gran raigambre católica sólo un milagro combinado con un desbarajuste barcelonista cambiaría un destino de la eliminatoria que quedó muy despejado el miércoles. Pero a veces no hay que tentar a la suerte. El Barça tendrá casi todo el trabajo hecho si mantiene un ingrediente básico de su temporada: la seriedad. Sólo ha recibido tres goles una vez (ante el Madrid en la Supercopa) y ninguno de los 50 resul- tados que ha cosechado con Valverde le eliminaría. Pero no estaría de más que los barcelonistas tomaran nota de que en el Estadi el Roma enseñó argumentos como para no salir tan trasquilado. De ahí el discurso prudente del entrenador barcelonista.
Por Europa no se puede salir a pasear. Ese fue el resumen de sus palabras. “Siempre pienso que podemos perder aunque pienso más que podemos ganar. Tenemos que intentar que no pase nada extraordinario. Si estamos a nuestro nivel es difícil marcarnos y hacernos ocasiones. Ellos van a salir a jupo gársela y nosotros hemos de jugar como si la eliminatoria estuviera empate”, señaló Valverde, que pide que su equipo no pierda la compostura. “En la Champions diez minutos malos te pueden echar. Sería un error pensar que ya estamos en semifinales. No vamos a especular”.
El técnico blaugrana tiene como duda principal la presencia o no de Sergio Busquets, que jugó infiltrado en la ida y que no trabajó con el equido
el domingo. “Ya veremos si juega o no, el partido es importante”, se limitó a comentar el técnico.
Si Busi no está disponible, Rakitic ocupará el puesto de pivote. La otra incógnita es la de toda la temporada: ¿quién ocupará el flanco derecho del ataque? Lo natural sería que
alineara a Dembélé, que no disputó ni un minuto en el partido de la semana pasada. Claro que también podría repetir Sergi Roberto por delante de Semedo o recurrir a un 4-4-2 con Paulinho o André Gomes. “Nuestra idea es ser equilibrados entre el ataque y la defensa”, dijo Valverde, sin dar pistas.
En cambio el Roma no tiene otra opción que salir a atacar. Eusebio Di Francesco puede presentar las novedades de dos futbolistas que fueron baja en la ida, el ninja Nainggolan y el talentoso turco Ünder, una de aquellas perlas que Monchi pesca en el mercado. “Tenemos el deber de intentarlo. Debemos creer en el milagro y encarar el partido con pasión. Remontar sería una hazaña pero en casa somos más equipo”, señaló el técnico romanista, que apeló a la fibra sentimental de sus futbolistas. Di Francesco, que tiene la baja de Perotti, no quiso buscar ejemplos externos, sino que citó uno propio. “Más que mirar otras gestas, hay que creer en nuestro grupo. Basta con ver el partido que hicimos con el Chelsea (triunfo 3-0). Hay que jugar con ese tipo de convicción. En el Camp Nou sólo nos fallaron los detalles”.
En la Champions los detalles cuentan, y mucho.