Ser o no ser del City
Guardiola necesita golear al Liverpool y romper su gafe ante Klopp para pasar
Remontar el vuelo tras una semana de pesadilla. Ese el reto del Manchester City, que vio truncada su gran temporada en los últimos días con dos derrotas tan inesperadas como dolorosas: la goleada en Anfield (3-0) que le aleja de las semifinales de la Champions y la nueva derrota en el derbi en su estadio (2-3 ante el United) que ha retrasado su esperado alirón liguero. Y superar por fin el gafe de Jürgen Klopp. Ese el el reto de Pep Guardiola ante un entrenador que parece tenerle tomada la medida. Por si le faltaran atractivos al duelo, la UEFA ha añadido uno más con el árbitro designado para esta noche: Mateu Lahoz, alguien que no acostumbra a pasar desapercibido.
El partido del Etihad viene calentado, además, por el pésimo recibimiento que el City tuvo en Anfield, donde los seguidores radicales de los reds dieron la bienvenida al autocar visitante entre insultos y una lluvia de objetos. Para hoy no se espera nada semejante aunque la policía de Manchester desplegará un dispositivo más contundente del habitual.
Hasta la derrota del pasado miércoles en Liverpool, el City sólo había perdido cuatro partidos a lo largo de la temporada y para las casas de apuestas era uno de los principales favoritos a la Champions. Pero ahí surgió el factor Klopp. El entrenador alemán es el único que presenta, con al menos tres partidos disputados, un balance positivo ante el técnico de Santpedor, el que más veces le ha ganado en su carrera. El balance de trece partidos entre ellos es de siete victorias de Klopp, cinco de Guardiola y un empate.
Para el City, una eliminación en cuartos de final ante el Liverpool supondría un varapalo tremendo, más si cabe después de haberse gastado este verano 200 millones en defensas que fallaron con estrépito ante la velocidad del egipcio Salah, el jugador más afamado de los reds tras la marcha de Coutinho al Barça.
En las horas previas al partido el mensaje de Guardiola es el de un optimismo moderado; el de Klopp, de precaución.
Guardiola sabe que la hipotética remontada no pasa por un ataque desaforado sino por un juego muy inteligente: “Para pasar tenemos que hacer el partido casi perfecto. Tener muchas oportunidades y conceder pocas. En el deporte todo puede pasar. El fútbol, como la vida, es un reto. Y aquí tenemos uno. No tenemos que pensar en cuántos goles tenemos que marcar sino en marcar el primero. Lo que hemos demostrado esta temporada, hasta el último partido, es que somos capaces de crear muchas ocasiones. No sólo hablamos de los goles que hemos marcado sino de las ocasiones que hemos creado. Lo más importante de la Champions es saber controlar las emociones”, afirmó.
Jürgen Klopp, que se sabe ganador si todo transcurre por vías normales, trata de concienciar a sus jugadores del mal rato que les espera en el Etihad. Su discurso pasa por elogiar al máximo al adversario: “Tenemos que intentar ser estables en las distintas fases del partido y controlar los problemas que nos surjan”, apuntó. “Aquí perdimos 5-0 y todos pudieron ver la calidad que tiene el City. Por eso ganarán la liga y por eso son ahora el mejor equipo de Europa”, remarcó.
Nunca un equipo de Guardiola remontó un 3-0 adverso. Klopp ha vivido situaciones parecidas con distinta suerte. Fue con el Borussia ante el Madrid. En la primera ocasión, le salió cara. Tras ganar 4-1 en Dortmund vivió un final agónico en Madrid que se quedó a un gol de la remontada (2-0). Dos años después llegó la cruz. Perdió 3-0 en el Bernabeu y se quedó a un gol de ir a la prórroga. “De esas dos eliminatorias me ha acordado mucho estos días”, ha dicho esta semana.