¡Despierta tu piel en primavera!
Cambiar de temporada para la piel significa habituarse a un nuevo modo de vida, protegerse de forma distinta de nuevas agresiones.
Es importante despertar la piel gracias a una serie de cuidados adaptados a la nueva temporada para reactivar sus mecanismos, fundamentales para nuestro organismo:
• Proteger: La piel funciona como barrera protectora frente al exterior gracias a sus complejos mecanismos celulares e inmunológicos.
• Regular el metabolismo y la temperatura
corporal: Impide la salida de líquidos, células y otras sustancias imprescindibles para el cuerpo, contribuyendo enormemente a mantenernos hidratados y saludables.
• Sintetizar Vitamina D: Al exponerse directamente al sol, la piel es capaz de absorber lo necesario para generar esta vitamina.
• El sentido del tacto: A través de las terminaciones nerviosas de la piel, el cuerpo recibe todos los estímulos que nos genera el tacto.
Escuchar la piel
Es imprescindible conocer la piel, escucharla, para entenderla, adoptar buenos hábitos y cuidarla adecuadamente. No debemos olvidar que la piel es un órgano vivo, vital para nuestro cuerpo y con capacidad de regenerarse. Hoy en día, nuestra sociedad se enfrenta a males importantes como el estrés, la depresión y la inseguridad por el ritmo de vida y el entorno en el que vivimos. Ello se traduce principalmente en cansancio, tensión, presión, desequilibrio emocional, falta de sueño, fármacos, etc., que afectan notablemente a nuestra piel. El aspecto exterior de nuestra piel se puede ver bastante dañado con la aparición de arrugas profundas, ojeras o acné, que provocan un envejecimiento prematuro. Además, la coloración natural de la piel cambia volviéndose opaca, de color grisáceo o pálido. También, pueden surgir alteraciones y/o enfermedades como alergias, rojeces, urticaria, psoriasis dermatitis y cáncer. Por eso, debemos adoptar una actitud responsable con nuestra piel para mantenerla saludable y bella.
Cuidar la piel
El bienestar de nuestra piel se consigue cuidándola día a día tanto por dentro como por fuera y combatiendo los efectos nocivos de unos factores extrínsecos, como la radiación solar, la polución o los cambios extremos de temperatura, y de los intrínsecos como las emociones negativas, las hormonas, la falta de sueño, los malos hábitos alimentarios, el tabaco y el alcohol. Por eso, debemos elegir un estilo de vida saludable a través de una alimentación sana y practicando deporte; y controlar el estrés con técnicas de relajación para conseguir este equilibrio cuerpo mente.
Además, es importante tratar la piel con programas específicos realizados por profesionales. Existen unas propuestas de tratamientos muy eficaces como una buena higiene facial para eliminar toxinas y células muertas, tratamientos específicos de hidratación, oxigenación, y técnicas de masaje para reactivar la microcirculación combinado con un cuidado diario en casa con productos profesionales adaptados a cada tipo de piel. No hay que dudar cuando una profesional recomienda unos productos, hay que dejarse asesorar. Nadie mejor que ella conoce nuestra piel después de haber estado durante una hora en cabina tratándola.
Mi recomendación: no dejarse llevar por las emociones, pensar en positivo, preparar, mantener y proteger la piel para recibir la primavera con buena cara.