Las universidades piden a sus alumnos que compartan piso con los refugiados
Los campus becarán a 20 jóvenes sirios gracias a un nuevo programa de acogida
Las doce universidades catalanas, públicas y privadas, acogerán el próximo curso 2018-2019 estudiantes refugiados a los que ofrecerá matriculación gratis y ayudas salariales, en virtud del acuerdo firmado ayer por los rectores en la junta del Consell Interuniversitari de Catalunya (CIC). Serán quince chicos y cinco chicas de origen sirio y paquistaní que viven refugiados en el Líbano y que han visto interrumpidos sus estudios en los últimos seis años. También hay estudiantes procedentes de Palestina.
Este es un programa piloto inspirado en las medidas de apoyo que lleva a cabo desde hace dos años la Fundació Solidaritat de la Universitat de Barcelona, que acoge a refugiados sirios. “Se trata de un programa único que compromete a todas las universidades y que sólo se ha puesto en práctica en Canadá y Japón y que pretende formar profesionales capaces de reconstruir
“Va a resultarles más fácil integrarse si comparten vida con otros jóvenes”, afirma Oriol Amorós
su país cuando finalice la guerra”, anunció Arcadi Navarro, secretario de Universitats que presentó la iniciativa junto con los rectores representantes de los campus públicos, Josep Antoni Planell, presidente de la ACUP, y de los privados, Josep Mª Garrell, rector de la Llull.
En esta iniciativa, los campus asumen el coste de las matriculaciones y un curso de preparación para aprender lenguas, cultura y derechos humanos. La Generalitat, por su parte, financiará el alquiler de la vivienda y abonará un complemento económico “ligeramente superior” al salario mínimo interprofesional que actualmente está situado en 735 euros al mes. No obstante, el programa contempla una integración plena de estos jóvenes en la sociedad catalana por lo que el secretario de ‘Igualtat, Migracions i Ciutadania de la Generalitat, Oriol Amorós, reclamó a los estudiantes universitarios que participen en su acogida. “Va a resultarles más fácil integrarse si hacen vida con otros estudiantes por lo que pedimos a los universitarios que se pongan en contacto con nosotros si quieren compartir una habitación libre en su piso de estudiantes”, pidió Amorós que insistió que no supondrá un esfuerzo económico.
Los jóvenes sirios seleccionados hablan francés o inglés y ya están estudiando catalán y castellano con cursos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Desde el punto de vista jurídico no se considerarán refugiados sino estudiantes extranjeros. En este sentido, la organización Acnur certifica la consideración de refugiados. La mayoría de los estudiantes se matricularán en un máster de su opción ya que cuentan con el título de grado. Debido al largo y cruento conflicto bélico y a los avatares del exilio, algunos de los jóvenes no cuentan con el certificado legal que garantiza sus estudios. Para justificar los conocimientos, las universidades han realizado una serie de evaluaciones.
Garrell subrayó que todas las universidades catalanas han participado en el proyecto, lo que “demuestra que hay un único sistema universitario catalán que comparte su visión y compromiso con el resto de la sociedad”.
Por su parte, Planell consideró que podrían acogerse más jóvenes con vidas truncadas por la guerra si las políticas de acceso fueran menos restrictivas. No obstante, si el programa piloto se realiza de forma satisfactoria el siguiente curso se podría ampliar el número de seleccionados.