Trump avisa a Siria con un ataque quirúrgico y limitado
oeEE.UU., el Reino Unido y Francia lanzaron 105 misiles contra objetivos militares del régimen sirio como represalia por usar armas químicas oeRusia condena el ataque, que no causó víctimas, y descarta dar una respuesta para evitar una escalada de la ten
Un centenar de misiles disparados por aviones y buques de guerra de Estados Unidos, Reino Unido y Francia volaron anteanoche sobre el cielo estrellado de Siria, directos al “corazón del programa” del régimen de Bashar el Asad para fabricar y utilizar armas químicas contra su propia población. “¡Misión cumplida!”, celebró ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Después de varios días de amenazas, bravuconadas y mensajes contradictorios, Washington, Londres y París decidieron responder juntos la noche del viernes al ataque con armas químicas perpetrado el pasado domingo en la ciudad de Duma, que atribuyen a El Asad. Fue un golpe vistoso, pero quirúrgico –“muy preciso y aplastante”, insistió el Pentágono– que no causó bajas militares ni civiles. Una operación diseñada, en definitiva, para lanzar el mensaje a Damasco de que no debe volver a traspasar la línea roja del uso de armas químicas, pero sin dar demasiados motivos a los aliados de Damasco para replicar.
Los temores a que el ataque arrastre a Estados Unidos y sus aliados europeos a una confrontación mayor en Siria, donde Rusia e Irán han invertido un importante capital político y militar en mantener en el poder a Bashar el Asad (muy superior al invertido por sus detractores en echarlo), se disiparon conforme se conocían los detalles de la intervención. El presidente ruso, Vladímir Putin, condenó el ataque pero no volvió sobre sus amenazas previas de que respondería a ella.
Las fuerzas aliadas dispararon un total de 105 misiles contra tres instalaciones sirias donde se tenía constancia de que se fabricaban armas químicas, informó el Pentágono. El principal objetivo fue un centro de investigación a las afueras de Damasco, en Barzah, principal luble, gar de fabricación de armas químicas del régimen. Fotografías aéreas distribuidas ayer indican que sus tres edificios quedaron arrasados por el impacto. Los otros dos blancos eran instalaciones de almacenamiento y control cerca de Homs.
Aunque fuentes militares francesas dieron a entender que se había prevenido a Moscú de cuáles eran los objetivos del ataque, el Pentágono aseguró que no hubo cooperación alguna con los rusos más allá de organizar el espacio aéreo sirio para evitar incidentes. El hecho de que no hubiera ni una sola baja civil ni militar, siria o rusa, en ataques a instalaciones de naturaleza tan sensi- sujetas habitualmente a una fuerte vigilancia –y una de ellas, situada además en una zona urbana densamente poblada– indica que no pilló por sorpresa a Damasco.
El general Kenneth McKenzie aseguró que el ataque ha asestado “un severo golpe” a la capacidad del régimen sirio de fabricar y utilizar armas químicas del que “tardarán años en recuperarse”. Puede tener alguna capacidad “residual” de perpetrar este tipo de ataques, pero “seguramente se lo pensará mucho” antes de volver a hacerlo, dijo. La operación de EE.UU. de hace un año, que usó 59 proyectiles, se dirigió contra las capacidades de lanzamiento del régimen sirio; esta vez se ha atacado sus centros de fabricaciónm pero “minimizado” a su vez el riesgo de dispersión de agentes químicos en la atmósfera, aseguró el general sin aclarar cómo.
El ataque aliado no provocó la activación de las defensas antiaéreas rusas, destacó el Pentágono, que sostiene que aunque el ejército sirio respondió lanzando unos 40 misiles, en realidad hizo poco más que “disparar al aire” porque todos sus lanzamientos alcanzaron sus objetivos.
La guerra, sin embargo, también es informativa: Moscú sostiene, por el contrario, que las defensas anti-
UN ATAQUE QUIRÚRGICO EE.UU., el Reino Unido y Francia dispararon 105 misiles sin causar ninguna baja
“MISIÓN CUMPLIDA”
El ataque es “un severo golpe” a la capacidad de El Asad de fabricar armas químicas
aéreas sirias derrumbaron 41 de los más de cien cohetes lanzados sobre el país. La operación ha permitido a Estados Unidos estrenar los misiles de precisión JASSM, fabricados por Lockheed Martin, quizás los “bonitos, nuevos e inteligentes” proyectiles de los que presumió Trump.
A raíz de la intervención rusa y el más activo papel de Irán, Siria es más que nunca el tablero de juego geopolítico de potencias regionales y globales. El presidente estadounidense se refirió directamente a las implicaciones de apoyar al “régimen asesino” de Damasco: “A Irán y Rusia les pregunto: ¿qué tipo de país quiere verse asociado con un asesino en masa de hombres, mujeres y niños inocentes?”, planteó el viernes por la noche en una intervención de ocho minutos en la Casa Blanca, más solemne que de costumbre y sin estridencias. Durante su discurso criticó a Putin por no cumplir su promesa de garantizar que Damasco eliminaría su arsenal químico.
Washington tiene 2.000 efectivos en el norte de Siria, luchando en la zona kurda contra el Estado Islámico (EI), pero sigue decidido a no implicarse más y salir pronto del país. Tanto la Casa Blanca como el Pentágono reiteraron que su objetivo no es alterar el actual equilibrio de fuerzas en el conflicto sirio (a favor de Damasco) ni impulsar un cambio de régimen, por mucho que no dejen de referirse a El Asad como dictador y asesino de masas. “Nuestra misión sigue siendo vencer al EI”, recalcó la portavoz del Pentágono, Dana White. ¿Habrá más ataques, dado que Trump habló de que están dispuestos a mantener la respuesta? “Dependerá de lo que El Asad decida hacer”, dijo.
Damasco condenó “la agresión tripartita” occidental como “una flagrante violación del derecho internacional” que está “condenada al fracaso”. La cuenta oficial de la presidencia siria distribuyó imágenes de El Asad llegando a trabajar por la mañana, maletín en mano, a uno de sus palacios, transmitiendo sensación de normalidad.
La premier británica, Theresa May, aseguró que “no había alternativa al uso de la fuerza” y calificó el ataque de “correcto y legal”. El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió por su parte contra la “banalización” de las armas químicas y defendió la intervención, que en EE.UU. algunos demócratas ponen en duda que sea legal. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, reclamó “moderación en estas circunstancias peligrosas” a todos los países en la apertura de la sesión de urgencia del Consejo de Seguridad, convocada a petición de Rusia, que fracasó en su intento de condenar el ataque.