No sin consenso
Sólo un 43% del electorado soberanista quiere que un nuevo Govern persista en la vía unilateral a la independencia
Sólo un 43% de los votantes soberanistas quiere que un nuevo Govern persista en la vía unilateral a la independencia de Catalunya.
La sociedad catalana muestra signos inequívocos de fatiga ante el proyecto independentista de saltar la dura e insalvable pared del Estado. La última encuesta del Centre d’Estudis d’Opinió de la Generalitat (CEO) ya reflejó esa fatiga, que alcanza al propio bloque soberanista, que en los comicios del 21-D se quedó por debajo del 50% de los votos (con un respaldo del 47,5% de los sufragios). Las cifras de ese cansancio se resumen en el menguado apoyo que suscita en el conjunto de la sociedad catalana la vía unilateral hacia la independencia como una posible hoja de ruta del futuro gobierno catalán. Sólo un 19% de los consultados apuestan por esa estrategia, mientras que más del 55% se inclina por la vía del pacto y la reforma. Concretamente, un 36% defiende la búsqueda de acuerdos bilaterales con el Gobierno central y casi un 21% apoya participar en la comisión para la reforma constitucional que ha empezado a operar tímidamente en el Congreso de los Diputados.
Sin embargo, la encuesta del CEO de enero revelaba algo más. Si las opciones que se planteaban a los consultados se detallan a partir de su recuerdo de voto, las cifras resultantes envían un mensaje muy claro al soberanismo: la persistencia en la vía unilateral sólo cuenta con el apoyo del 43% de los votantes de los partidos independentistas (JxCat, Esquerra y la CUP). Traducido en números absolutos, el respaldo a una estrategia de desafío frontal al Estado tendría el respaldo de menos de 400.000 electores de JxCat, y de una cifra aún menor de votantes de Esquerra, sobre los casi 950.000 que obtuvieron, respectivamente, cada una de estas fuerzas en las autonómicas de diciembre. En cambio, los partidarios de la negociación con el Gobierno central sumarían en torno a 450.000 votantes de JxCat y un número similar de electores de ERC (es decir, en total algo más de 900.000 votantes, lo que supondría casi el 50% del voto conjunto de las dos principales formaciones soberanistas).
Más del 50% del voto independentista opta por un acuerdo con el Gobierno central o por la vía reformista
Un dilema para los partidos soberanistas, que podrían perder una parte de sus electores según la vía que tomen
A ello habría que añadir 130.000 electores de Puigdemont o de Junqueras que optarían por la vía de la reforma constitucional. Y eso supone que, en conjunto, más del 50% de los votantes independentistas en los comicios del 21-D apostarían ahora por la vía del pacto y la reforma, frente al mencionado 43% que se mantendría en la pugna frontal con el Estado. Estas cifras implican un difícil dilema para los partidos soberanistas, que podrían perder una parte sustancial de sus electores según cual sea la vía que tomen y que, al mismo tiempo, se enfrentan a un mensaje muy claro sobre la conveniencia de un cambio de estrategia hacia el realismo.