Martin Sorrell
El veterano ejecutivo es acusado de conducta inapropiada
EX CONSEJERO DELEGADO DE WPP
Martin Sorrell abandonó ayer WPP, el gigante publicitario con sede en Londres, después de que se abriera una investigación por gastos irregulares del directivo. Después de
33 años, deja la firma por la puerta de atrás.
Caballero del Reino Británico desde el año 2000, sir Martin Sorrell ha optado finalmente por bajar del pedestal. A sus 73 años, después de más de tres décadas al frente de WPP, el mayor grupo de publicidad y marketing del mundo, Martin Sorrell ayer dijo basta.
El motivo de su renuncia es la puesta en marcha de una investigación independiente en la compañía a raíz de unas acusaciones, vertidas hace dos semanas, de “comportamiento incorrecto”, que harían referencia a unos gastos irregulares, que según Sorrell no serían de gran cantidad.
“La situación actual impone una presión demasiado grande sobre la compañía, sobre nuestros más de 200.000 empleados y las otras 500.000 personas que dependen de ellos”, reconoció el directivo al anunciar su marcha.
Se le consideraba el ejecutivo más veterano de la City. Tan sólo en el 2017 fue nombrado el segundo mejor ejecutivo del mundo por la Harvard Business Review. Antiguo director financiero en Saatchi & Saatchi, construyó un imperio.
Compró a mediados de los ochenta una firma de zapatos británica y la usó como vehículo para fagocitar a todos sus rivales de la publicidad. WPP, con el paso de los años fue adquiriendo otras agencias como J. Walter Thomson y Ogilvy o Young and Rubicam (también una participación significativa en la española Imagina). Ahora está presente en 112 países.
Martin Sorrell fue el ejecutivo mejor pagado de la City en el 2015 y en el 2016. Sus altas remuneraciones, gracias a un sistema de bonus, habían levantado cierta polémica. Según informaba Bloomberg, Sorrell habría ganado más de 200 millones de libras (230 millones de euros) sólo en los últimos cinco años.
“La mayor parte de mi riqueza, si no toda, está y ha estado durante los últimos años atada al éxito de WPP. Entonces, si WPP lo hace bien, lo hago bien, y otros en la compañía lo hacen bien. Si lo hacemos mal, sufrimos”, solía repetir. La cuestión es que la salida de Sorrell se produce justamente en uno de los momentos más delicados para la empresa publicitaria. En el último año las acciones han perdido un tercio de su valor. El pasado 1 de marzo, WPP revisó a la baja sus previsiones financieras a largo plazo, después de registrar el peor ejercicio anual desde la crisis financiera.
La competencia de los gigantes de la web como Facebook o Google, que ganan influencia en la tarta del mercado de los anuncios, está pasando factura a la compañía. Roberto Quarta, ejecutivo interno en la empresa, asume de forma temporal la dirección en WPP. Una herencia que pesa.
Ha fundado un gigante publicitario, pero sus altas remuneraciones levantan polémicas