“Por supuesto que los rusos son cómplices en Siria”
El presidente francés, Emmanuel Macron, acusó ayer a Rusia de ser cómplice del uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar el Asad. En una entrevista televisada, anoche, el titular del Elíseo defendió “la plena legitimidad internacional” de los ataques efectuados en la madrugada del pasado viernes por Estados Unidos, el Reino Unido y Francia contra instalaciones químicas sirias. A preguntas de los entrevistadores, Macron insistió varias veces, y en un tono vehemente, en que Rusia ha obstaculizado la verificación internacional de la destrucción de los arsenales químicos sirios. “Por supuesto que los rusos son cómplices”, enfatizó. El presidente hizo también balance de la situación interna francesa y de su política en el casi un año que ha pasado ya desde que llegó al Elíseo. Macron reafirmó, ante el clima de agitación social de esta primavera, que su objetivo “sigue siendo unir y reconciliar el país”, pero sin renunciar a las reformas que ve indispensables para transformar Francia. Algunas protestas le parecen legítimas, como las de los ferroviarios –aunque prometió llegar hasta el final en los planes de reforma–; otras no cree que lo sean, como la de los ocupantes ilegales de los terrenos de Notre-Dame-des-Landes, cerca de Nantes, donde se debía construir un aeropuerto. Macron reivindicó su política fiscal frente a las críticas de que favorece a los más ricos y de que no lucha de modo suficiente contra la evasión tributaria. El presidente prometió que se implicará, a escala europea, por la mayor convergencia fiscal posible, para que no haya países, como Holanda, Irlanda o Luxemburgo, que hagan una competencia desleal en este terreno.