Inmolarse en Brooklyn
David Buckle, prestigioso abogado, se suicida quemándose con “combustibles fósiles” como protesta contra el cambio climático
Los atletas y los ciclistas tempraneros todavía vieron que salía humo, cerca del principal acceso a Prospect Park, el pulmón verde y gran patio de recreo de Brooklyn.
“Pedaleé alrededor varias veces. La primera ocasión traté de convencerme de que eso era un maniquí”, escribió en su Twitter Rochelle Krause.
Comprendió que esa imagen era una de las más devastadoras que había visto jamás.
Otros muchos sintieron ese mismo horror al observar que ese cuerpo calcinado correspondía a una persona. Policías y bomberos rodearon ese trágico punto, uno de los más concurridos en ese distrito, en el que se concentra la vida social, el equivalente al Central Park del Manhattan.
“Soy David Buckel y me he suicidado pegándome fuego como protesta”, se lee en la nota que dejó, escrita a mano, cerca de donde descansaban sus restos. En el papel grapó una de sus tarjetas de identificación.
“Pido disculpas por este revoltijo”, añadió.
Había algo más dentro del sobre. Buckel, de 60 años, prestigioso abogado de proyección nacional que abanderó la lucha por los derechos de los homosexuales y activista del ecologismo, adjuntó otro texto, extenso y mecanografiado, en el que exhorta a vivir con menos egoísmo como una manera de proteger la Tierra y salvarla de su destrucción por la mano del hombre.
Tenía destinatario: “A la policía”. Ahí aclara el objetivo último de la radical decisión que le condujo a su inmolación. Su testamento lo envió además a diversos medios. The New York Times indicó que lo recibieron a las 5.55 horas del sábado. La policía informó de que se le declaró legalmente muerto a las 6.30.
“La polución devasta nuestro planeta, haciéndolo inhabitable a través del aire, el suelo, el agua y el clima. Muchos humanos respiran ahora aire insano, contaminado por combustibles fósiles, y muchos fallecen prematuramente como resultado”, subraya.
“Mi temprana defunción, quemándome con combustible fósil, refleja lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos”, recalca.
“Una trayectoria de servicio se puede preservar mejor dando la vida. Un propósito honorable en la vida invita a un honorable propósito en la muerte. Tengo la esperanza de que esta muerte honorable pueda servir a otros”.
En ese documento equipara su sacrificio al de aquellos que se prendían fuego para protestar por la ocupación china del Tíbet.
Su cuerpo fue hallado en uno de los campos de béisbol, junto a la ruta más transitada por los corredores y los ciclistas. Numerosos de estos atletas fueron testigos de ese cuerpo humeante antes de que los agentes lo cubrieran con una manta.
El sobre con sus dos notas se hallaba en una bolsa, en el interior de un carro de supermercado, cercano a sus restos. Se inmoló en el barrio donde residía y en el que era conocido y apreciado.
Buckel fue el abogado en la denuncia contra un sheriff de Nebraska al que decretaron responsable por no dar protección a Brandon Teena, el chico transexual que otros jóvenes violaron y mataron en Falls City, en 1993, después de avisar a los uniformados. Sobre este caso se hizo en 1999 la película Boys don’t cry (Los chicos no lloran), papel que dio un Oscar a Hilary Swank en su retrato de Teena.
Buckel ganó otros casos rele-
Se inmoló en Prospect Park y dejó una nota explicando su causa, pidiendo perdón “por este revoltijo”
vantes, como uno en Nueva Jersey en el 2006 en el que un tribunal reconoció los mismos derechos y beneficios financieros a una pareja homosexual que a un matrimonio heterosexual. También defendió uno de los primeros casos en que se obligó a las escuelas a proteger a los estudiantes gais frente a los acosadores.
Como uno de los dirigentes de la organización Lambda, Buckle fue uno de los principales estrategas en la lucha por el reconocimiento de los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Una vez que se retiró de Lambda, su activismo se enfocó en el ecologismo y la concienciación en la cuestión del calentamiento global. “Tengo la esperanza –se lee en su último manifiesto– de que dar mi vida ponga más atención en la necesidad de extender las acciones y en que la voz de otros pueda ser escuchada”. Buckle dio su vida por la causa.