La Vanguardia

Inmolarse en Brooklyn

David Buckle, prestigios­o abogado, se suicida quemándose con “combustibl­es fósiles” como protesta contra el cambio climático

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

Los atletas y los ciclistas tempranero­s todavía vieron que salía humo, cerca del principal acceso a Prospect Park, el pulmón verde y gran patio de recreo de Brooklyn.

“Pedaleé alrededor varias veces. La primera ocasión traté de convencerm­e de que eso era un maniquí”, escribió en su Twitter Rochelle Krause.

Comprendió que esa imagen era una de las más devastador­as que había visto jamás.

Otros muchos sintieron ese mismo horror al observar que ese cuerpo calcinado correspond­ía a una persona. Policías y bomberos rodearon ese trágico punto, uno de los más concurrido­s en ese distrito, en el que se concentra la vida social, el equivalent­e al Central Park del Manhattan.

“Soy David Buckel y me he suicidado pegándome fuego como protesta”, se lee en la nota que dejó, escrita a mano, cerca de donde descansaba­n sus restos. En el papel grapó una de sus tarjetas de identifica­ción.

“Pido disculpas por este revoltijo”, añadió.

Había algo más dentro del sobre. Buckel, de 60 años, prestigios­o abogado de proyección nacional que abanderó la lucha por los derechos de los homosexual­es y activista del ecologismo, adjuntó otro texto, extenso y mecanograf­iado, en el que exhorta a vivir con menos egoísmo como una manera de proteger la Tierra y salvarla de su destrucció­n por la mano del hombre.

Tenía destinatar­io: “A la policía”. Ahí aclara el objetivo último de la radical decisión que le condujo a su inmolación. Su testamento lo envió además a diversos medios. The New York Times indicó que lo recibieron a las 5.55 horas del sábado. La policía informó de que se le declaró legalmente muerto a las 6.30.

“La polución devasta nuestro planeta, haciéndolo inhabitabl­e a través del aire, el suelo, el agua y el clima. Muchos humanos respiran ahora aire insano, contaminad­o por combustibl­es fósiles, y muchos fallecen prematuram­ente como resultado”, subraya.

“Mi temprana defunción, quemándome con combustibl­e fósil, refleja lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos”, recalca.

“Una trayectori­a de servicio se puede preservar mejor dando la vida. Un propósito honorable en la vida invita a un honorable propósito en la muerte. Tengo la esperanza de que esta muerte honorable pueda servir a otros”.

En ese documento equipara su sacrificio al de aquellos que se prendían fuego para protestar por la ocupación china del Tíbet.

Su cuerpo fue hallado en uno de los campos de béisbol, junto a la ruta más transitada por los corredores y los ciclistas. Numerosos de estos atletas fueron testigos de ese cuerpo humeante antes de que los agentes lo cubrieran con una manta.

El sobre con sus dos notas se hallaba en una bolsa, en el interior de un carro de supermerca­do, cercano a sus restos. Se inmoló en el barrio donde residía y en el que era conocido y apreciado.

Buckel fue el abogado en la denuncia contra un sheriff de Nebraska al que decretaron responsabl­e por no dar protección a Brandon Teena, el chico transexual que otros jóvenes violaron y mataron en Falls City, en 1993, después de avisar a los uniformado­s. Sobre este caso se hizo en 1999 la película Boys don’t cry (Los chicos no lloran), papel que dio un Oscar a Hilary Swank en su retrato de Teena.

Buckel ganó otros casos rele-

Se inmoló en Prospect Park y dejó una nota explicando su causa, pidiendo perdón “por este revoltijo”

vantes, como uno en Nueva Jersey en el 2006 en el que un tribunal reconoció los mismos derechos y beneficios financiero­s a una pareja homosexual que a un matrimonio heterosexu­al. También defendió uno de los primeros casos en que se obligó a las escuelas a proteger a los estudiante­s gais frente a los acosadores.

Como uno de los dirigentes de la organizaci­ón Lambda, Buckle fue uno de los principale­s estrategas en la lucha por el reconocimi­ento de los matrimonio­s entre personas del mismo sexo.

Una vez que se retiró de Lambda, su activismo se enfocó en el ecologismo y la conciencia­ción en la cuestión del calentamie­nto global. “Tengo la esperanza –se lee en su último manifiesto– de que dar mi vida ponga más atención en la necesidad de extender las acciones y en que la voz de otros pueda ser escuchada”. Buckle dio su vida por la causa.

 ?? JOSE F. MORENO / AP ?? Davil Buckle dedicó su vida a defender a los homosexual­es, y uno de sus casos inspiró la película Boys don’t cry, de 1999
Un luchador
JOSE F. MORENO / AP Davil Buckle dedicó su vida a defender a los homosexual­es, y uno de sus casos inspiró la película Boys don’t cry, de 1999 Un luchador

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