Bizkaia, epicentro del grito pensionista
El colectivo que participó en las reivindicaciones de los 70 y 80 por las crisis de la reconversión industrial encabeza ahora la protesta
El cántico “¡Más pensiones, menos ladrones!” atruena otro lunes más en la plaza Ernesto Erkoreka de Bilbao, donde miles de pensionistas se concentran frente al Ayuntamiento de la ciudad. La subida del 3% de las pensiones mínimas y de viudedad recogida en el proyecto de presupuestos del 2018 no sólo no ha calmado al colectivo sino que ha avivado aún más una protesta cuyo apoyo ha rebasado todas las previsiones. Bizkaia se ha convertido en el epicentro de las reivindicaciones de los pensionistas en España.
“Tenemos más fuerza y tiempo que este Gobierno, vamos a seguir hasta que lo consigamos”, explica una participante, rodeada de otra decena que porta carteles negros con el mensaje “0,25=Más pobreza”. La fuerza del movimiento quedó patente el pasado 17 de marzo, cuando 115.000 personas secundaron en Bilbao la marcha para reclamar unas pensiones más justas. También en las convocatorias de todos los lunes. Varios factores responden al éxito de una movilización masiva que comenzó a fraguarse en el 2016.
“Ese año empezamos a recibir quejas de los problemas económicos para llegar a final de mes y comenzamos a movernos y contactar con los partidos políticos”, explica Joserra Landaluce, portavoz de Nagusiak, plataforma que aglutina a las asociaciones de pensionistas de Bizkaia. Con la información recabada, se preparó una carta enumerando las reivindicaciones que ahora copan los informativos. La misiva fue enviada en noviembre a todos los ayuntamientos del territorio y el 90% la aprobó en sus plenos municipales. “Ahí arrancó el caldo de cultivo”, destaca.
El pasado industrial de la provincia y las grandes crisis derivadas de la reconversión unen a aquellos que ahora se manifiestan ante el Ayuntamiento. La tradición reivindicativa se mantiene treinta años después. “Somos gente de los setenta y ochenta acostumbrados salir a diario a la calle con las diferentes crisis que hemos pasado”, indica Landaluce. La simbología política, en otro tiempo limitadora de cualquier protesta, ha quedado
aparte. La única bandera son unas pensiones “dignas”: al menos 1.080 euros y que se actualicen por el índice de precios al consumo.
Las carreras profesionales relacionadas con la industria –mejor remuneradas que otros sectores– explican que la pensión media en Euskadi sea 226 euros superior a la de España –1.159 euros frente a 933– y se sitúe como la más elevada del Estado. El nivel de vida, explican, también es más alto. Los números esconden sin embargo otro factor que en el territorio alimenta el espíritu combativo: la diferencia entre la pensión media de hombres y mujeres es de 660 euros.
Desde Bizkaia, la reivindicación de los jubilados se ha expandido por todo Euskadi, donde una cuarta parte de la población –548.829 personas– es pensionista. Aunque diluvie o granice, todos los lunes seguirán presentándose ante el consistorio bilbaíno. No piensan parar. “Con la subida en los presupuestos han querido darnos un chocolate para ver si nos callamos, pero va a ser que no: no nos vamos a ninguna parte”, subraya Landaluce.
La subida del 3% de las pensiones mínimas y de viudedad prevista en los presupuestos no frenará la protesta