Andrés Iniesta
El símbolo de la Masia oficializa su adiós tras 22 años en el club entre lágrimas, aplausos y mucho orgullo
CAPITÁN DEL FC BARCELONA
El futbolista de Fuentealbilla (33) oficializó ayer que dejará el Barça a final de temporada tras 22 años en el club. Iniesta ha disputado 669 partidos como barcelonista y mañana puede ganar su título número 32 con la entidad.
Una noche de hace 22 años, solo, en la Masia, Andrés Iniesta rompió a llorar tras haber llegado en coche desde su pueblo con sus padres. “Un viaje terrible”, según él mismo dijo. Más de dos décadas después, en la hora de decir adiós a su vida en azulgrana, el manchego tampoco pudo reprimir las lágrimas. Unas muy distintas, de emoción, de orgullo, de sueño cumplido, de mirar atrás y saber que había triunfado en el sitio que había querido y que había valido la pena todo el sacrificio. A las 13.43 horas de ayer el capitán barcelonista, 669 partidos en el club a sus espaldas, anunció oficialmente lo que todos los aficionados sabían, que ponía fin a su larga y exitosa época en el Camp Nou. Lo hizo en una sala de prensa de la Ciutat Esportiva Joan Gamper llena a rebosar como nunca. Estaban sus padres, su hermana, su esposa, sus hijos y estaban la mayoría de sus compañeros (salvo Messi y Luis Suárez) y todo el staff técnico, encabezado por Ernesto Valverde. Le acompañaba la plana mayor del club, con el presidente Josep Maria Bartomeu al frente. El Barça estaba allí, y él sólo tuvo palabras de reconocimiento para la entidad.
Durante siete minutos Iniesta verbalizó su marcha, sin un guion escrito en la mano, de manera espontánea aunque muy estudiada. Aguantó el tipo pese a que en varias ocasiones se le entrecortó la voz y en algún momento tuvo que pararse y respirar. Se marcha porque siente que ha llegado el momento, porque cree que es ley de vida. “Siendo honesto conmigo mismo y con el club, que me lo ha dado todo, entiendo que mi etapa acaba este año porque este club que me acogió con 12 años se merece lo mejor de mí. En el futuro más cercano no podría dárselo, ni a nivel físico ni mental”, argumentó el centrocampista.
Por eso ha decidido poner punto
y final. Ahora que encara tinc forces, que diría la canción de Serrat. Ahora que ha venido jugando mucho. Ahora que ha levantado una Copa y está a punto de hacer lo mismo con la Liga. “Si hubiese imaginado acabar mi carrera aquí, la forma hubiera sido esta. Sintiéndome útil, titular, importante, con opción de ganar títulos y con las sensaciones positivas que he tenido durante toda esta temporada”, reconoció Iniesta.
En todo momento Andrés ha querido salvaguardar su relación con el club, que no hubiera nada que la enturbiara. Antes de que el paso del tiempo pudiera provocar algún roce, el de Fuentalbilla opta por la salida. “Por naturaleza lo que viene a partir de ahora es más complicado. No me permitiría vivir ninguna situación incómoda. No me la merezco, y el club, tampoco”. Más adelante, amplió este concepto. “No quiero engañar a nadie. En unos días cumpliré 34 años. Me he exprimido al máximo por el Barça, me he dejado el alma por el Barça. Me conozco y sé cómo estoy”.
Uno de los momentos más emotivos se vivió cuando el futbolista quiso agradecer el apoyo de su familia. “Hace 22 años vinimos en un coche, y 22 años después estoy aquí con la persona más maravillosa que me he encontrado en mi vida y que me hace feliz cada día, que es mi mujer. Nos hemos regalado estos tres tesoros que tenemos (sus hijos), que son lo más importante que tenemos”. Tras su declaración inicial la sala rompió en aplausos.
Después, en el turno de preguntas, el futbolista no quiso confirmar que su próxima estación, por tres temporadas, estará en el fútbol chino. Aún no se ha rubricado su nuevo contrato y prefirió ser prudente. “Siempre he dicho que no competiría nunca contra mi club. Todos los escenarios que no sean Europa pueden ser. Cuando toque ya lo sabremos”.
Antes, todavía le quedan unos días en blaugrana para ganar la Liga y para disfrutar de dos homenajes, el que le brindará el club en el Auditori 1899 del Camp Nou y el que le dedicará el público el 19 o 20 de mayo en el último partido de Liga ante la Real Sociedad. Ese día sí que será la traca final para un hombre que se va “en paz conmigo mismo”. ¿Por qué? Porque ha alcanzado sus metas. “Mi único objetivo era triunfar en el Barça y lo conseguí. No hay nada que me haga más feliz. Lo he dado todo a nivel futbolístico y humano. He intentado representar lo que significa este maravilloso club”.
De todos sus partidos con el Barça se queda con el de su debut, en Brujas, el 29 de octubre del 2002. “A partir de ese momento el sueño se convirtió en realidad. El día del estreno es el más significativo para mí”. Le preguntaron que cómo quería ser recordado y respondió a bote pronto: “Como un gran futbolista y como una gran persona”. Aunque no tenga un Balón de Oro. “Me quedo con el cariño y el respeto de la gente”, dijo. Media hora después de entrar, se marchó. No fue un acto repleto de lujos. Pero sí muy del estilo de Iniesta. Ahí queda su legado.