La estatua maldita de Epaminondas
El escultor lo tiene claro. “Esta estatua está maldita”, suspira al otro lado del teléfono. Mario Capelli, quien la restauró en el 2007, ahora se ve en el centro de una polémica que no deja de crecer en Italia. La estatua de Epaminondas, un general y político del siglo IV a.C. que transformó Tebas en la nueva Esparta, fue cubierta el pasado 14 de abril en el teatro de Cairo Montenotte (Savona, norte) en un evento organizado por la comunidad musulmana de Liguria para fomentar el diálogo interreligioso. Como no podría ser de otra manera, Epaminondas escondiendo su desnudez con una tosca tela roja se ha convertido en gasolina para la ultraderecha italiana.
“¿Sólo a mí esto me parece una locura?”, preguntaba el líder de la Liga, Matteo Salvini, que obtuvo el 17% de los votos en las elecciones de marzo. La diputada del también ultraderechista Hermanos de Italia Ylenja Lucaselli fue más allá. Dijo que sospecha “que haya emergido de nuevo el efecto colateral del multilateralismo negativo”. “Esto debe llamarnos a todos a una toma de conciencia sobre la necesidad de tutelar nuestras expresiones artísticas, nuestra historia y la memoria ante cualquier intento oscuro”, añadió. La eurodiputada de Forza Italia Laura Comi criticó que “censurar el patrimonio artístico italiano es inaceptable”.
El mismo escultor fue quien hizo saltar las alarmas cuando publicó la fotografía en Facebook con el mensaje “han cubierto a Epaminondas”. Los diarios lo han llegado a comparar con el escándalo que rodeó la visita a Roma del presidente iraní, Hasan Rohani, y de su numeroso séquito –seis ministros y un centenar de empresarios– en enero del 2016. Para que nada supusiese un escollo a la firma de 17.000 millones de euros en contratos, el gobierno italiano de Matteo Renzi escondió con cajas de madera blanca los desnudos de las estatuas en los Museos Capitolinos. Aunque no hubo una explicación oficial, medios locales aseguraron entonces que se hizo bajo petición de la propia delegación iraní.
Esta vez ha sido diferente. Capelli cuenta que la federación islámica de Liguria alquiló durante la noche del 14 de abril el teatro de Cairo Montenotte, donde desde hace años luce en un lugar preferente esta estatua esculpida por el artista turinés Giuseppe Dini, en 1880. “Estaban celebrando el rito del té y decidieron cubrirla para reproducir las dunas del desierto”, explica su restaurador. “Pero luego todo volvió a la normalidad”.
Sin embargo, añade que en una reunión previa al evento en el teatro –donde Capelli expone una selección de sus propias esculturas– también le pidieron retirar un cuadro que mostraba parte de la espalda de una mujer desnuda. “No lo exigieron. La miraban mal, yo les pregunté si les molestaba y decidimos quitarla”, cuenta el artista.
El presidente de la federación islámica, Chams Eddine Lahcen, precisó que no se trata de un acto de censura, sino que era “una exigencia de la ceremonia, que duró pocas horas”. “Desentonaba con el ambiente marroquí. Nuestro islam es moderado y esta polémica nos hace daño. Hemos organizado un evento interreligioso para acercarnos a todos. No nos permitimos cubrir estatuas por motivos culturales”, aseguró Lahcen. El alcalde de Cairo Montenotte, Paolo Lambertini, le apoyó diciendo que todo es un “malentendido” y subrayó que les alquilaron la sala para favorecer la integración.
Capelli ahora sólo puede lamentar que el Epaminondas de Giuseppe Dini se vuelva a ver con malos ojos. “Esto hace daño a la obra de uno de los grandes escultores italianos”, dice. Y es que el guerrero griego fue expuesto como monumento a los caídos durante el fascismo, y después se convirtió en un objeto odiado por sus connotaciones políticas. Así que la encerraron en un sótano durante tres décadas, y quedó en muy mal estado. Perdió incluso extremidades, hasta que el ayuntamiento de Cairo Montenotte pidió a Capelli que se encargase de su restauración. Él lo hizo de manera gratuita como homenaje a su municipio. Ha sido disfrutada diez años en el teatro, hasta ahora. “Porque tiene una maldición”, reitera el escultor.
Polémica en Italia porque la
comunidad musulmana de Liguria cubre el desnudo de un guerrero griego
La federación islámica asegura que lo hicieron para simular el ambiente marroquí