El apoyo a la independencia cae tras el 21-D, según el CIS
Junqueras es el líder mejor valorado y el único que aprueba
Los efectos de la suspensión de la autonomía catalana comienzan a notarse en el respaldo a la independencia. Las cargas policiales durante el referéndum ilegalizado del 1-O y la aprobación del artículo 155, en octubre del 2017, generaron en la opinión pública catalana un inmediato repunte de las preferencias por un Estado que admitiese una Catalunya independiente. Sin embargo, tras las elecciones del 21-D y ante un escenario que incluso ha reducido la magnitud de la mayoría soberanista, el respaldo de los catalanes al derecho a la independencia ha comenzado a perder fuelle.
Si en noviembre pasado ese apoyo alcanzó a un 44% de los consultados por el CIS, a finales de enero había caído casi ocho puntos, hasta el 36,4%, en el sondeo postelectoral realizado por el instituto demoscópico del Gobierno central . Esta evolución es similar a la que han registrado las encuestas del CEO de la Generalitat, que reflejaron una caída casi idéntica entre octubre (40,2% de respaldo a una Catalunya independiente) y enero (32,9%).
En cualquier caso, vista retrospectivamente, la inflamación soberanista se mantiene en niveles considerables. Es cierto que –de acuerdo con los registros del CIS– el apoyo a la secesión ha caído diez puntos desde su techo de agosto del 2015 (46,1%), pero sigue más de 13 puntos por encima de los porcentajes que se venían reflejando hasta el año 2010, cuando el Constitucional dictó su sentencia sobre el Estatut.
La evolución del apoyo a la independencia no es el único dato significativo de la encuesta del CIS, realizada entre el 28 de diciembre del 2017 y el 25 de enero del 2018, sobre una muestra de 2.500 entrevistas. La valoración de los líderes, por ejemplo, sitúa al republicano Oriol Junqueras a gran distancia del resto, con una nota de 5,2, que lo convierte en el único político que logra el aprobado. El expresidente Puigdemont queda casi un punto por debajo (4,45), seguido del candidato de los comunes, Xavier Domènech (4,3). A su vez, el popular García Albiol ocupa la última plaza con un suspenso severo y elocuente (1,55).
Asimismo, el sondeo presenta a ERC como el partido más capacitado para gobernar Catalunya, por delante de JxCat o de Ciutadans. En un grupo que incluye 11 materias (desde el desempleo hasta la sanidad o la educación), los consultados señalan a Esquerra como la formación que mejor puede gestionarlas. Únicamente en el ámbito de la seguridad ciudadana el partido de Puigdemont aparece como más capacitado, aunque la diferencia es de un décima: 17,5% frente a 17,4%.
La encuesta incluye preguntas sobre la situación política o económica de España y Catalunya, y en ambos casos las percepciones negativas sobre la coyuntura española superan en diez puntos las relativas a la situación catalana. El sondeo aborda, además, la campaña para los comicios del 21-D, que despertó el interés de un 71% de los consultados y que tuvo la independencia como el eje dominante (hasta el punto de que el porcentaje de ciudadanos que aseguran votar siempre en las autonómicas supera ya al de quienes dicen hacerlo en las generales).
La decisión sobre el voto planteó dudas a uno de cada cinco consultados, y los principales dilemas se centraron entre JxCat y ERC (un 28% de quienes dudaron); entre Cs y PSC (10%), y entre PSC y los comunes (8%). Además, casi un 10% decidió su voto el mismo día de las elecciones (ya que sólo un 65% lo hizo antes de la campaña). Por su parte, las encuestas influyeron en el voto de menos del 6% del total de los consultados. Finalmente, la política genera sentimientos encontrados en los catalanes: un 36% confiesa que le suscita interés, pero a un 51% le provoca desconfianza.
ERC aparece como el partido más capacitado para gestionar Catalunya, con vistas a la formación del Govern