¿Por qué nos entra sueño después de comer?
Muchas veces, cuando acabamos de comer, nos preguntamos por qué tenemos la sensación de no querer movernos y de querer dormir. Por el contrario, cuando tenemos hambre estamos activos y buscando qué comer.
El motivo de todo esto se centra en nuestro cerebro, el centro de operaciones que se encarga de regular las funciones esenciales que nos mantienen con vida. En nuestro cerebro, específicamente en la zona del hipotálamo, se producen dos sustancias fundamental es: la hormona concentradora de melanina( oM CH) y las orexinas. Estas sustancias han sido identificadas como las encargadas de regular el comportamiento de sueño-vigilia asociado con las comidas.
Por un lado, la hormona concentradora de melanina es liberada después de la comida, gracias al estímulo de la glucosa proveniente de los alimentos, y su función es promover el sueño y reducir la actividad en nuestro cuerpo. Así nos ayuda a conservar la energía cuando los recursos energéticos del cuerpo son altos como, por ejemplo, después de comer.
Por su parte, las orexinas nos ayudan a permanecer despiertos y mantienen nuestro organismo activo cuando los niveles de glucosa son bajos, contribuyendo a mantener la actividad necesaria para la búsqueda efectiva de alimentos, que es lo que necesitamos cuando tenemos hambre. Tras el acto de comer, las orexinas se inactivan. Una posible explicación es que, al inactivarse, se facilitaría la alimentación al hacernos menos propensos a alejarnos de la comida.
En resumen, cuando comemos nuestro cerebro detecta la glucosa de los alimentos y traduce las variaciones de los niveles de glucosa en cambios adaptativos. Por lo tanto, produce las sustancias apropiadas para que nuestro cuerpo se encuentre activo para buscar el alimento o bien entre en reposo tras haberlo conseguirlo.