Una historia de alirones
El Barça ha ganado otras 10 Ligas desde que la lograra en 1994 por un fallo en Riazor
Hay muchas maneras de gritar campeón en una Liga. Con agonía, en el último instante y sin depender de uno mismo. De forma impepinable sin fallar en el metro final. Arrasando y a varias jornadas de poner el cierre al campeonato. Al descanso de un partido. O sin ni siquiera saltar al césped. El Barça, dominador de la competición en los tiempos modernos, ha vivido alirones de todos los colores. Hoy puede certificarlo en Riazor, un estadio en el que ya ganó una Liga, aunque sin estar presente en el campo. Lo que sigue es un repaso a la manera en la que el Barcelona ha celebrado el título desde 1994.
Aquel penalti de Djukic.
¿Por qué se arranca en 1994? Porque en aquella Liga ocurrió la última carambola del Barça de Cruyff. El equipo blaugrana debía vencer al Sevilla en el Camp Nou y esperar a que el Deportivo fallara en su estadio ante el Valencia. El Barcelona terminó doblegando a los sevillistas por 5-2 mientras el marcador no se movía en A Coruña. Hasta que todo el mundo, en Riazor y en el Estadi, contuvo la respiración. En los últimos instantes se señaló un penalti a favor del Deportivo, equipo poderoso, nada que ver con el actual. La estrella blanquiazul, Bebeto, se escondió y la responsabilidad la tomó Djukic. El defensa chutó y su lanzamiento lo detuvo el portero González. El dream team enlazaba su cuarto título.
El Camp Nou celebra.
Como dato curioso, de los últimas 11 Ligas del Barça sólo dos han vivido su desenlace en función de lo que ocurría exclusivamente en el coliseo blaugrana. Una de ellas fue la de la campaña 1997-1998, la primera de las dos bajo la dirección de Van Gaal. Un solitario tanto de Giovanni ante el Zaragoza sirvió para colocarle el lacito al campeonato cuando restaban todavía cuatro jornadas.
Repetición en Vitoria.
A la temporada siguiente, la 1998-1999, el Barcelona se haría de nuevo con la Liga. El festejo se produjo en Mendizorroza, donde el equipo barcelonista se impuso por 1-4, con goles de Cocu, Kluivert, Figo y Luis Enrique. Una buena manera de celebrar el centenario.
Una Liga muy festejada.
Tras una travesía del desierto de seis años el Barça recuperó el trono liguero. Lo hizo en 2005 en el Ciutat de València ante el Levante y con Frank Rijkaard en el banquillo. A los barcelonistas les bastó con un gol de Eto’o para firmar un empate que ya les daba el campeonato.
El título llega al descanso.
Un año después el Barça revalidaría el título. La noticia de que la Liga tenía dueño le sobrevino en Vigo al descanso. Al perder el Valencia, el perseguidor, en Mallorca ya no había vuelta de hoja. De todas formas el Barça terminaría imponiéndose también en Balaídos (0-1) con gol de Eto’o.
Sin llegar a jugar.
La 2008-2009 fue una campaña de emociones en la que el Barcelona firmaría el primer triplete de su historia. La Liga estuvo marcada por el 2-6 en el Bernabeu aunque el título no se confirmaría sobre el césped sino porque el Villarreal derrotó al Madrid (3-2). Desde el sofá fue campeón el equipo de Guardiola.
Sin temblar al final.
En el 2010 el Barça tenía que ganar el último día en el Camp Nou al Valladolid para impedir que la Liga pudiera tener color blanco. Se mostró firme el Barcelona y dio buena cuenta de los pucelanos por 4-0, con dos tantos de Messi, uno de Pedro y otro en propia puerta.
De nuevo, ante el Levante.
El Barça se abrazó a la tercera Liga de la era Pep en el Ciutat de València. Como en el 2005 un 1-1, con gol de Keita en este caso, fue suficiente.
El año de Tito.
Fue una campaña en la que el Barcelona se paseó y terminó llegando a los 100 puntos. Aunque la confirmación del campeonato 2012-2013 no tuvo lucimiento porque se produjo sin el líder en el campo. El empate del Madrid ante el Espanyol en Cornellà precipitó los acontecimientos.
En un gran escenario.
La primera de las dos Ligas de Luis Enrique, la 2014-2015, tuvo un desenlace majestuoso. El Barça se impuso en la penúltima jornada en el Calderón ante el Atlético, campeón vigente. Lo hizo por 0-1, con gol de Messi, lo que hacía inútil cualquier intento perseguidor del Madrid.
Un triplete de Luis Suárez.
El último título liguero del Barça cayó en 2016 en Granada con tres goles del uruguayo (0-3). Era la jornada final y el equipo no falló.