Corea del Norte acelera
Kim dice que las armas atómicas sobran si se suscita confianza mutua con EE.UU.
Kim Jong Un desmantelará en mayo el centro de pruebas nucleares de Punggye-ri y está dispuesto a deshacerse de su arsenal si se genera la suficiente confianza con EE.UU. y se firma un tratado de paz.
El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, prosigue su estrategia de ir un paso por delante en la política de distensión en la península coreana. Ayer trascendió que desmantelará en mayo el centro de pruebas nucleares de Punggye-ri, donde se han realizado los seis ensayos atómicos, y que está dispuesto a deshacerse de su arsenal si se genera la suficiente confianza mutua con EE.UU. y se firma un tratado de paz.
Dos días después de la histórica cumbre que el presidente de Corea del Sur, Mun Jae In, y el líder supremo norcoreano, Kim Jong Un, mantuvieron en la localidad fronteriza de Panmunjon, se empieza a conocer la letra pequeña de la reunión. Según el Gobierno de Seúl, en una conversación privada, Kim le explicó a Mun su propósito de cerrar su centro de pruebas atómicas de Punggye-ri en mayo y de llevarlo a cabo en presencia de observadores y periodistas extranjeros para demostrar su compromiso con la desnuclearización de la península coreana anunciado el viernes.
De esta forma, Kim ponía fecha al anuncio del 20 de abril ante el Partido de los Trabajadores de Corea del Norte de cerrar Punggye-ri, además de suspender las pruebas nucleares y de misiles.
Según el portavoz presidencial surcoreano, Yun Young Chan, Kim pretende invitar a observadores y periodistas extranjeros “para mostrar este proceso a la comunidad internacional de una manera transparente” y para desmentir los rumores de que se trata de unas instalaciones inservibles. “Algunos dicen que cerramos este cen- tro de pruebas porque está inutilizable. Podrán constatar que hay dos túneles suplementarios, aún más grandes y en muy buen estado”, le dijo Kim a Mun, según el portavoz Yun.
No fue esta la única revelación que le hizo el líder norcoreano a Mun. También le dio a entender que podía llegar a un buen entendimiento con Trump. “Aunque tengo mis reservas hacia EE.UU., cuando iniciemos las conversaciones verán que no soy el tipo de persona que dispara armas nucleares contra Corea del Sur, el Pacífico o EE.UU.”, dijo Kim.
“No hay ninguna razón para poseer armas nucleares, ni para vivir en condiciones difíciles si hay una confianza mutua con EE.UU., construida con reuniones frecuentes, si firmamos la paz y nos aseguran que no habrá invasión alguna”, precisó Kim a Mun, según el portavoz surcoreano.
indicó, asimismo, que no tiene intención de repetir la “dolorosa historia de la guerra de Corea” y añadió que “se necesitan medidas concretas para evitar que ocurra una confrontación militar accidental”. Con este objetivo, los dos líderes pactaron convocar reuniones periódicas de altos mandos militares y eludir los malentendidos del pasado.
Seúl reveló los detalles de esta conversación privada entre Mun y Kim después de que el presidente de Corea del Sur mantuviera una larga conversación telefónica con Trump el sábado para informarle de los detalles del encuentro del viernes y la predisposición de Kim a reunirse con él. Una cumbre en la que los líderes de las dos Coreas estuvieron de acuerdo en convertir el armisticio de la guerra de Corea en un tratado de paz este mismo año y en lograr la desnuclearización de la península coreana.
El anuncio del cierre de Punggye-ri sugiere a su vez un nuevo guiño de Pyongyang a Estados Unidos. Un gesto que fue bien recibido por Trump y que le llevó a decir que las cosas iban muy bien y que la cumbre podría tener lugar “en las próximas tres o cuatro semanas”. Desde Michigan, Trump prometió llegar a un acuerdo nuclear con Kim y “hacer un gran servicio al planeta”.