¿Ética o religión?
Las cámaras de televisión y las unidades de radio hacen guardia en la puerta del instituto El Palau de Sant Andreu de la Barca esperando alguna información de lo que ocurre en el centro. Dentro se celebra un consejo escolar extraordinario para abordar los acontecimientos que han puesto al instituto en el punto de mira.
Hay nueve profesores denunciados por la fiscalía por delitos de odio y el lunes sus nombres aparecieron escritos en la fachada junto a las palabras “ratas” y “separatas” –ya las han borrado–.
La semana que viene el secretario de Estado de Educación y el de Interior se reúnen con las familias denunciantes. Sus hijos, aseguran, fueron “señalados y humillados” por estos profesores porque sus padres son agentes de la Guardia Civil.
El Palau está en el centro de un fuerte conflicto con el proceso independentista como telón de fondo. La situación es inédita y, sin embargo, la gente necesita seguir con su vida, las familias del centro, todas, quieren seguir con sus vidas.
Ayer por la tarde, mientras el director del instituto participaba en el consejo escolar extraordinario junto a representantes de los profesores, los padres, el Ayuntamiento y el Síndic de Greuges, cerca de un centenar de padres y alumnos acudía a una jornada de puertas abiertas sobre la oferta de clases de bachillerato y ciclos formativos de este centro de secundaria. La única señal de anormalidad era la ausencia del director. Porque la sesión informativa transcurrió como la de cualquier instituto en estas fechas: burocrática y aburrida. Totalmente ordinaria, como tiene que ser. Ahí los problemas eran más cotidianos y prosaicos que los que muchas veces se escuchan en el hemiciclo del Parlament o en el Consejo de Ministros, pero tan relevantes para las personas que los viven. Si Anna podrá estudiar Medicina, si es mejor escoger Francés o Sociología como optativa para subir nota de cara a la selectividad...
Ni padres ni alumnos preguntaron por la polémica en torno a los profesores denunciados. “Este no es el lugar para hablar de eso, que investiguen lo que tengan que investigar y cuando se sepa lo que pasó, que se tomen las medidas que haga falta y que nos expliquen. Aquí hemos venido a informarnos sobre el futuro de nuestros hijos y punto”. Esa es la respuesta tajante de dos madres. Amén.