Rajoy avisa al que intente “romper la convivencia”
El Ejecutivo no variará su política sobre los presos de ETA
El presidente del Gobierno certificó ayer “el fracaso de la violencia frente a la grandeza de la democracia”. En una solemne declaración en el salón de Tapices de la Moncloa –lugar de las grandes ocasiones–, Mariano Rajoy dio así una respuesta institucional, pero también contundente, al adiós de ETA. Con un velado acuse de recibo también para el proceso independentista catalán. Y es que Rajoy concluyó su discurso asegurando que era un día “para mirarnos con satisfacción como país y como sociedad”. También para “valorar nuestra perseverancia, coraje y fe democrática frente al terror”. Además, “para reconocernos como una gran nación que fue capaz de superar momentos de extraordinaria dificultad”. Y finalmente, y aquí llegó la advertencia para el independentismo catalán, “para sentirnos miembros activos de una sociedad que sabe hacer frente a quienes, de una u otra manera, pretenden romper nuestra convivencia en paz”. De una u otra manera.
Rajoy recordó a las 853 personas asesinadas por ETA. También a las víctimas, “todas sin excepción”. “ETA empezó a ser derrotada cuando la democracia española fue capaz de mirar a los ojos de las víctimas”. Resaltó la labor de los cuerpos y fuerzas de seguridad, jueces y fiscales, la Corona y todos los presidentes del gobierno que le precedieron y sus ministros de Interior. Y afirmó que si los terroristas no sacaron “ningún rédito por matar”, ni luego por dejar de hacerlo, ahora tampoco lo conseguirán por disolverse. “No hubo ni habrá impunidad”, subrayó. No es momento, insistió, ni “para pasar página, ni para bajar los brazos”.
El ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, reafirmó después que el Gobierno no variará su política penitenciaria y mantendrá la dispersión de los presos de ETA. “No hay ningún tipo de modificación”, zanjó.