Más que una vermutería
La Bodega 1900, perfecta para un homenaje gastronómico
Una costumbre muy arraigada pero que vino a menos es el vermut dominical, aunque parece ser que está en fase de recuperación. Los hermanos Ferran y Albert Adrià recuerdan que, en sus años mozos, los domingos por la mañana jugaban al futbol y a continuación junto con sus padres iban a hacer el vermut. Hacer el vermut era “estar con la gente”. Básicamente en las poblaciones medianas y/o pequeñas el vermut formaba parte de la vida social, no necesariamente elitista. Era un signo de identidad tanto en la cultura catalana como en la española. Era habitual tomar el vermut tanto en algún bar como en casa, a la salida de misa y antes del almuerzo.
Consistía en un vaso de dicho aperitivo (blanco o rojo) con sifón y solía complementarse con patatas de churrero, aceitunas y en algunos casos berberechos o almejas (los más pudientes).
El año 2013 Albert Adrià puso en marcha un proyecto con el que soñaba desde hacía años: abrir una vermutería adaptada a las actuales expectativas de la clientela. A tal fin, se hizo cargo del antiguo bar Serrano, ubicado en un edificio del año 1900, justo enfrente del Tickets. Para elegir el nombre no dudó: Bodega 1900.
Albert, además de su reconocida creatividad, tiene para todos sus establecimientos un calendario de productos. Sabe cuál es el mejor momento para las navajas, para los guisantes de lágrima o para los tomates raf. Busca al máximo la temporalidad de los productos para poder ofrecerlos con poca o nula manipulación.
En la Bodega 1900, además de las clásicas patatas, aceitunas, anchoas y gildas, que también las hay, se puede disfrutar de una extraordinaria ensaladilla rusa, callos, guisos de cuchara y otros platos del día de clásica cocina catalana y española que Ferran Soler (ex Bulli, Saüc, Tickets) prepara brillantemente. Àngel Geriz, a su vez, dirige a la perfección la sala.
No se confundan, la Bodega 1900 no es sólo un espacio para hacer el vermut, es para darse un homenaje gastronómico.